Evo afirmó, ayer por la noche, que «hemos decidido, en esa conducta de mandar obedeciendo al pueblo, abrogar (derogar) el decreto supremo 748 y los demás decretos que acompañan a esta medida», en un mensaje que dirigió al país desde el Palacio Quemado, sede de gobierno.
El presidente boliviano hizo hincapié en que también fue anulado el decreto ulterior por el que dispuso el aumento de 20% al salario mínimo y, con el mismo porcentaje, a los sueldos de los integrantes de las fuerzas de seguridad, profesores y personal médico.
«Quiero decir al pueblo boliviano que esto quiere decir que todas las medidas quedan sin efecto», recalcó al tiempo de instar a que los precios de bienes de consumo masivo, del transporte en todas sus categorías deben volver a la situación vigente al domingo 26 de diciembre.
«No existe ninguna justificación, ahora, para subir los pasajes o aumentar el precio del alimento ni la especulación. Todo vuelve a la situación anterior», subrayó, al recordar su promesa de «gobernar obedeciendo al pueblo».
El mandatario también recordó que el estado desembolsó, entre 2005 y 2010, unos 1.750 millones de dólares para importar combustibles.