Evo Morales abandonó este lunes la Argentina y viajó a Cuba. Aún no está determinado si sólo voló a La Habana para continuar sus tratamientos médicos o, si por el contrario, en plena negociación de la deuda externa, el mandatario boliviano tuvo un gesto político con el presidente argentino, que es cuestionado en la Casa Blanca por haberle otorgado refugio al líder cocalero.
Morales había llegado a Buenos Aires el 12 de diciembre último procedente de México, adonde había viajado luego de renunciar a la Presidencia de Bolivia el 10 de noviembre en el marco de un virtual golpe de Estado impulsado por la oposición y las Fuerzas Armadas y la policía.
A principios de marzo de 2017, el entonces presidente boliviano viajó a la Habana para hacerse una revisación urgente de sus cuerdas vocales. Morales sufría de constante disfonía, sinusitis y fuerte dolor de abdomen. Tras los exámenes de rigor, los expertos cubanos le extirparon un nódulo de la cuerda vocal izquierda.
«Así me han dicho, me parece que estaba con un tratamiento de algo y tenía que viajar. Habló días atrás conmigo e hizo un comentario al pasar», dijo esta mañana el presidente argentino en diálogo con Radio Continental.
Fernández negó, ante una consulta que la condición de refugiado político le podía impedir a Morales viajar al exterior. «Nada le impide a él como refugiado político viajar a Cuba», aseguró.
La partida de Morales rumbo a La Habana tuvo lugar horas después de que el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia anuncia que había observado su candidatura a senador de Cochabamba por su partido Movimiento al Socialismo (MAS).
La candidatura de Morales no cumple los requisitos de certificado de nacimiento original, número de teléfono celular de contacto y certificado original y actualizado de antecedentes penales, reportó el diario boliviano El Deber.