Durante la mañana de este miércoles, el presidente boliviano Evo Morales denunció que el paro general convocado en diferentes regiones del país «es político» y se trata de un intento de «golpe de Estado».
Ante esta situación, el primer mandatario decretó el estado de emergencia tras confirmar una vez más, tal cual lo hizo hace tres días, que triunfó en las elecciones presidenciales: «Ganamos con más de medio millón de votos. Es un gran triunfo».
«Hemos garantizado el crecimiento económico, la paz social, la justicia social, la igualdad. Quiero denunciar al mundo que está en proceso un golpe de estado. La derecha lo preparó con apoyo internacional», indicó el mandatario de Bolivia.
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Esta mañana, los resultados parciales con más del 96% de los votos analizados, dan el Evo el 46,49% del apoyo y a Carlos Mesa, el 37,01%. Con estas cifras, Evo no alcanza ni el 50% necesario ni la diferencia de 10%, por lo que se vería obligado a ir al ballotaje.
El discurso del mandatario tuvo lugar en el comienzo del paro general e indefinido convocado por al menos ocho regiones, que aseguran el mandatario no quiere reconocer el resultado de los comicios y que por eso detuvo el trabajo del tribunal.
«Están atentando contra candidatos electos y senadores y diputados. No estamos en tiempos de colonia. Llamo a mis compañeros a organizarse, a prepararse para defender la democracia», agregó Morales.