El exdictador haitiano Jean Claude Duvalier fue detenido hoy por la policía de su país e interrogado por una fiscalía de Puerto Príncipe, mientras seguidores y opositores cruzaban cánticos en las calles de la capital, y su situación es incierta.
Dos días después de su sorpresivo regreso tras 25 años de exilio y cuando se preparaba para enfrentar a la prensa y explicar los motivos de su llegada, «Baby Doc» Duvalier fue sacado en un auto policial del Hotel Karibe y trasladado a la fiscalía para un largo interrogatorio.
Alrededor de ese hotel de Pétionville, en las afueras de Puerto Príncipe, ya se habían congregado cientos de seguidores, opositores, periodistas y curiosos, porque desde temprano circulaba el rumor de una inminente detención, confirmada con la llegada de la policía, los fiscales y hasta un juez.
Fue imposible, sin embargo, saber por cual acusación Duvalier debió responder preguntas primero en su habitación del lujoso hotel y después en la sede de la fiscalía. Sí que el pedido había sido del fiscal Aristidas Auguste y el juez Gabriel Ambroise.
Acompañado de su mujer Véronique, el exdictador, de saco azul y camisa blanca, descendió algo rígido los tres pisos del hotel por las escaleras, y en la puerta sonrió y saludó a sus seguidores, según la crónica del diario digital local «Haiti en marche».
Al auto policial le costó avanzar, porque los simpatizantes de «Baby Doc» se empeñaban en expresar su respaldo en una pequeña calle lateral del hotel y otros haitianos cantaban para festejar la detención, lo que generó algunos tumultos.
Ayer, Amnistía Internacional reclamó la detención por corrupción y violaciones a los derechos humanos del exdictador que estuvo 15 años en el poder, desde la caída de su padre, en 1971, hasta 1981.
Un rato antes de la llegada de la policía al hotel, un funcionario del gobierno había anticipado que la justicia tenía intención de interrogar al exdictador, para verificar si podía ser procesado bajo la acusación de haber robado fondos estatales, pero no pudo confirmarse si esa era la acusación.
Además de la detención de Duvalier, los haitianos recibieron hoy una buena noticia desde Suiza, que informó que desde el 1 de febrero se restituirán al país 5,7 millones de dólares del exdictador, que el país bloqueó en Berna.
Ese paso tiene que ver con una norma aprobada en 2010 «sobre la restitución de fondos ilícitos», que apunta a evitar que el dinero sustraído por Duvalier vuelva a manos criminales, tras ser desbloqueado en Suiza.
El gobierno suizo decidió el año pasado bloquear nuevamente la fortuna de Duvalier, basándose en la Constitución. El «caso Duvalier» comenzó en 1986 cuando las autoridades haitianas presentaron una demanda de asistencia judicial pidiendo a Berna bloquear las cuentas del ex dictador.
También Estados Unidos salió hoy a sentar posición en el tema, a través del vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, quien aseguró que el país «sigue muy de cerca» los sucesos en Haití y subrayó que «lo que pase a partir de este momento (con el exdictador) depende del gobierno haitiano».
«Nuestro foco de atención en estos momentos es ayudar a Haití a través de este delicado período, que tenga un nuevo gobierno que resulte lo suficientemente creíble y legítimo y que sea visto con buenos ojos por el pueblo haitiano para que el país, con la ayuda internacional, pueda continuar con sus esfuerzos de reconstrucción», sostuvo Crowley, citado por la agencia ANSA.
Naciones Unidas, mientras, expresó sorpresa y preocupación por el regreso de Duvalier, según manifestó Martin Nesirky, vocero del secretario general de la organización, Ban Ki-moon. Para Nesirky, citado por la agencia DPA, el hecho es «fuente de preocupación».
Desde Ginebra, en tanto, el portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, manifestó que no está claro si Haití está en posición de arrestar y juzgar a Duvalier, porque «se deben reunir pruebas de manera organizada y no construir un caso de la nada».
La detención de «Baby Doc», además, coincidió con la llegada a Puerto Príncipe del titular de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, quien pretende involucrarse en el trabado proceso electoral haitiano, pendiente todavía de fecha para el balotaje en el que debe elegirse al nuevo presidente.
La primera vuelta, del 28 de noviembre, puso en la segunda vuelta a la opositora Mirlande Manigat y al oficialista Jude Celestin, pero hubo serias denuncias de fraude y una comisión de la OEA recomendó el reemplazo del postulante del gobierno por el cantante Michel Martelly.
