Uno de los cinco ex policías bonaerenses, detenidos durante más de ocho años por el atentado a la Amia, afirmó que fue presionado por el ex juez de la causa Juan José Galeano y los ex fiscales para que se «hiciera cargo» de algunos delitos a cambio de no quedar «pegado» al ataque terrorista y que el ex espía Antonio Stiuso le pidió que esté en contacto con la familia de Carlos Telleldín «para averiguar quiénes le habían comprado la camioneta» que se habría utilizado para perpetrar el ataque.
«No fui el único que fui presionado, lo que dije en mi indagatoria fue para tratar de tener un beneficio», afirmó el ex policía bonaerense Mario Bareiro al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 2 que juzga el desvío de la investigación del ataque y otros delitos.
Al respecto, dijo que «recibí presiones del juez Galeano, de los fiscales y de los secretarios» y sostuvo que vivió «situaciones de porquería» desde que fue detenido por el ataque en julio de 1996.
Bareiro conocía al acusado del ataque Carlos Telleldín desde antes de la voladura ya que trabajaba en la Brigada de Vicente López y el por entonces reducidor de autos vivía en Villa Ballester, en ese partido del norte bonaerense.
«Telleldín realizaba la actividad de adulteración de vehículos y los comercializaba», definió Bareiro, de 57 años, y quien junto a otro policía se encargó días después del ataque del 18 de julio de 1994 de negociar la vuelta del reducidor de autos desde el norte del país, adonde había viajado cuando se supo que el motor de una camioneta que estuvo en su poder fue hallado en los escombros de Pasteur 633.
Bareiro explicó que estaba en la casa de Telleldín lllamado por su ex pareja Ana Boragni cuando se comenzó a investigarlo y que un funcionario de la Secretaría de Inteligencia, Antonio Stiuso, le pidió que usara sus contactos para convencerlo de volver.
«Nos pidió que tratáramos de averiguar quiénes podrían haber comprado la camioneta» que fue usada como cochebomba y salió del domicilio de Telleldín el 10 de julio de 1994, ocho días antes de la voladura, según la causa judicial.
«En ese momento lo conocí como el señor Stiller, después supe que era Stiuso, nos pidió que estemos permanentemente en contacto con la familia de Telleldín tratando de averiguar quiénes le habían comprado la camioneta o quién le pudo haber enviado al comprador y toda otra cosa que consideráramos de valor», recordó que le pidieron cuando comenzó a colaborar con la Side en la causa.
Bareiro trabaja actualmente como empleado en una empresa de seguridad y explicó que conocía a Telleldín por las «actividades propias» de su función como oficial inspector en Vicente López.
Entre otros puntos, dijo que tuvo que hacerse «cargo» y decir que un procedimiento contra Telleldín fue «ilegal y trucho para zafar de la acusación de Amia, pero en realidad fue legal y comunicado. Terminé accediendo a decir que fue en las condiciones que fue para tratar de preservarme a mí y a mi familia».
Bareiro reiteró que hasta el momento de ser detenido por orden de Galeano no conocía al otro acusado, el ex comisario bonaerense Juan José Ribelli, al tiempo que admitió que reconoció «cosas para no ir a la cárcel y que mi familia estuviera en un lugar más o menos decente».
Galeano, los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, el ex titular de la Side Hugo Anzorreguy, de la Daia Rubén Beraja, Telleldín, su ex mujer Ana Boragni, entre otros, son juzgado por el delito de peculado a raíz del pago ilegal de 400 mil dólares a Telleldín para declarar contra los policías bonaerenses.
Además se juzga al ex presidente de la Nación Carlos Menem y a otros acusados por el desvío de la llamada «pista siria» en la investigación.