Los padres de Lucía Pérez, la joven de 16 años asesinada en Mar del Plata en octubre de 2016, exigieron justicia para su hija frente a los Tribunales penales de La Plata al cumplirse tres años del abuso sexual y femicidio de la menor.
“Lucía tus pasos por esta vida quedarán marcados en nuestros corazones”, “Justicia por Lucía. Pensando en vos siempre. Siempre extrañándote” se leía en las dos banderas colgadas en la reja de los tribunales penales en La Plata, a pocos metros de los carteles que replicaban la cara sonriente de la adolescente.
“Vinimos a pedir justicia por mi hija, hoy (por ayer) se cumplen tres años de su asesinato y no tuvimos justicia; tenemos un delincuente libre y otros dos presos por drogas pero ninguna condenado por su femicidio”, contó con pesar a Télam, Marta Montero, madre de Lucía.
La mujer recordó que hace 20 días quiso hablar con uno de los magistrados del Tribunal de Casación Penal bonaerense que debe analizar la apelación presentada al fallo que absolvió de los delitos de abuso sexual y femicidio a los dos principales imputados por su muerte.
“Me echó, el juez (Carlos) en la apelación se pide que Matías Farías debe ser condenado a prisión perpetua como autor material de esos delitos, y Juan Pablo Offidani, sentenciado a 18 años de cárcel como partícipe secundario, quienes actualmente están presos condenados sólo por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”.
Para los jueces que emitieron esa condena, Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, tanto en la instrucción del caso como en el juicio oral no pudo acreditarse el abuso sexual ni el femicidio de la chica de 16 años.
El fallo recurrido, además, consideró que Lucía prestó consentimiento para mantener relaciones sexuales lo que, según la madre de la adolescente, “es imposible por la cantidad de droga que le dieron a mi hija”.
El 8 de octubre de 2016, a las 10.30 Juan Pablo Offidani y Matías Gabriel Farías, quienes vendían drogas a adolescentes en cercanías a escuelas de Mar del Plata, llevaron a Lucía hasta una vivienda y abusaron sexualmente de ella, tras lo cual la dejaron muerta en un centro médico alejado de la ciudad.
“A ella la llevaron a las 15 a la salita y a mí me avisaron recién a las 18 que Lucía «había tenido un accidente», y oh casualidad en la salita estaba el secretario de Salud (del municipio), que la había atendido, yo creo que ahí borraron pruebas”, afirmó Marta.
