Un exoplaneta descubierto recientemente orbitando alrededor de una estrella a 40 años luz de la Tierra sería el candidato ideal para centrar la búsqueda de signos de vida más allá del sistema solar, informó en Santiago el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Entre miles de exoplanetas, cuerpos celestes que orbitan fuera del sistema solar, el denominado supertierra (LHS 1140b) es considerado uno de los más interesantes de los descubiertos en la última década, según los astrónomos que participaron en la investigación, que aparecerá publicada en la edición de este jueves de la revista Nature.
La supertierra es «el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra», señaló Jason Dittmann, investigador del Centro de Astrofísica Harvard-Smithosonian (Cambridge, EEUU) y autor principal del artículo, citado en una nota de prensa del ESO.
El exoplaneta LHS 1140b es más grande que la Tierra y es probable que haya conservado la mayor parte de su atmósfera.
Además, orbita alrededor de una estrella enana roja -mucho más pequeña y fría que el Sol- con condiciones particulares que agigantan su potencial como elemento de búsqueda de vida fuera del sistema solar.
El hallazgo se produjo cuando los científicos lograron detectar cambios en la luz que se da cuando el exoplaneta pasa delante de la estrella. Posteriormente, se realizó un seguimiento con el instrumento HARPS de ESO, parte del observatorio La Silla, ubicado en el norte de Chile.
El HARPS -un buscador de planetas de alta precisión- confirmó la presencia de la supertierra.
La investigación , que reúne a un equipo multinacional, estima que el planeta tiene al menos 5.000 millones de años y un diámetro 1,4 veces más grande que el de la Tierra (casi 18.000 kilómetros), pero con una densidad mucho más alta al de nuestro planeta.
En el siguiente paso de la investigación se hará una observación con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA con el objetivo de determinar exactamente cuánta radiación de alta energía cae sobre el exoplaneta con el fin de «delimitar su capacidad para albergar vida», agregó la misiva.
ESO es un observatorio astronómico que cuenta con el respaldo de 16 países, incluido Alemania, España, Francia, Reino Unido, Brasil y el país anfitrión, Chile.