Luego de las elecciones primarias abiertas y obligatorias del 14 de agosto, las expectativas económicas de los argentinos alcanzaron su valor histórico más alto desde el inicio de la serie en 2004. El optimismo en cuanto a la evolución de la economía contrasta sin embargo con las dificultades que se presentan en la mayoría de los hogares para llegar a fin de mes.
La Escuela de Economía Francisco Valsecchi, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA), elaboró el Índice General de Expectativas Económicas (Igee) correspondiente al mes de septiembre. De allí surge que el 36 por ciento de los argentinos considera que la situación económica actual del país es muy o bastante buena, mientras que el 46 por ciento piensa que no es buena ni mala y el 16 por ciento opina que es bastante mala o muy mala. Las opiniones positivas tienen mayor incidencia entre los hombres (38 por ciento), los universitarios (42 por ciento), la clase alta (44 por ciento) y en el GBA (43 por ciento versus 35 por ciento en Capital Federal y 33 por ciento en el interior).
Al analizar la tendencia, se advierte una suba de las opiniones positivas: del 29 por ciento en julio al 36 por ciento en agosto. En cuanto a las perspectivas para los próximos seis meses, el 39 por ciento de los entrevistados considera que la situación económica mejorará, en tanto que un 45 por ciento opina que permanecerá igual y un 11 por ciento que empeorará. Las opiniones positivas aumentan en los entrevistados con educación primaria (43 por ciento contra 30 por ciento en los universitarios), en la clase baja (44 por ciento versus 36 por ciento en la clase alta) y en el GBA (50 por ciento contra 33 por ciento enla Capital Federaly 35 por ciento en el interior).
La situación laboral también arroja datos alentadores. El 32 por ciento de los argentinos considera que hay muchos o bastantes puestos de trabajo disponibles actualmente, mientras que un 38 por ciento opina que no hay muchos ni pocos y el 28 por ciento afirma que hay pocos o muy pocos. Los subíndices que miden la situación actual y el momento para la compra de bienes durables también registraron máximos históricos. Sin embargo, al preguntar a los entrevistados sobre la situación financiera de sus hogares, el 66 por ciento manifiesta que apenas logra llegar a fin de mes con sus ingresos, mientras que un 7 por ciento declara que se está endeudando y un 6 por ciento que está utilizando sus ahorros para solventar los gastos del hogar. Contrariamente, el 17 por ciento de los entrevistados afirma estar ahorrando.
El análisis de la tendencia revela que quienes apenas llegan a fin de mes se mantienen estables en el período –hay una baja en 2010–, pero en general oscilan cerca del 66 por ciento. En cambio, quienes dicen estar ahorrando, han aumentado: 17 por ciento en 2010 y 2011 versus guarismos cercanos al 10 por ciento durante 2008 y 2009. Contrariamente, los que manifiestan estar endeudándose o utilizar dinero de sus ahorros han disminuido en la última onda (13 por ciento versus guarismos cercanos al 17 por ciento durante 2008 y 2010). Al analizar los diferentes estratos sociodemográficos, las personas de clase baja (74 por ciento), con educación primaria (71 por ciento), los mayores de 65 años (71 por ciento) y del interior del país y el GBA (72 por ciento), son quienes manifiestan las mayores dificultades para llegar a fin de mes.
En esta nueva medición se entrevistó 1.008 personas en 26 localidades de todo el país, entre el 19 y el 27 de agosto de 2011. El proceso de selección de la muestra es probabilístico polietápico, de acuerdo con cuotas de sexo y edad establecidas por el Censo Nacional de Población. Los resultados del estudio son representativos de la población adulta argentina. Este indicador es elaborado porla Escuela de Economía de la UCA y TNS Gallup, con el objetivo de registrar la opinión de los ciudadanos acerca de la situación económica actual y futura, así como su percepción sobre el empleo, el ingreso familiar y su capacidad de compra de bienes durables.