Son cuatro mujeres y dos hombres y es debido al derrumbe de dos edificios en el barrio de Harlem, en Manhattan, como consecuencia de una fuerte explosión por un escape de gas que ayer causó pánico entre los neyorquinos.
El luctuoso saldo se incrementó cuando los rescatistas hallaron un cuerpo poco después de la medianoche y otros dos a primera hora de la mañana, mientras se informa que al menos una decena de personas desaparecidas permanecerían aún debajo de los escombros, informó la agencia de noticias Europa Press.
Las otras tres víctimas ya fueron identificadas y según informa el diario New York Post, se trata de Griselde Camacho, de 48 años, responsable de seguridad pública en Hunter College; Carmen Tanco, de 67 años, asistente dental; y Rosaura Hernandez, de 21 años.
A última hora de ayer, el Consulado de México en Nueva York confirmó a la agencia Notimex que dos mujeres eran de esa nacionalidad, una de ellas Griselda Camacho.
Además, el Consulado informó de que al menos un hombre mexicano se encuentra hospitalizado.
En tanto, entre los heridos figuran varios en estado crítico, incluidos una mujer y un niño.
El alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, suscribió la tesis de que una explosión de gas fue la causa del derrumbe de dos bloques de departamentos en Harlem Este.
Previamente, la compañía eléctrica local, Con Edison, había informado que recibieron una llamada telefónica a las 9.15 (10.15 de Argentina) alertando que había un fuerte olor a gas.
La explosión se produjo 15 minutos después y el equipo de la empresa llegó alrededor de las 9.40, «apenas después de la explosión», según consta en el comunicado de Con Edison.
«Ciertamente tiene todos los signos de ser una explosión de gas», reconoció el portavoz de Con Edison, Alfonso Quiroz, al New York Post.
«Estamos esperando para inspeccionar las líneas con el fin de determinar la causa», añadió.
Uno de los desaparecidos en el derrumbe es Jordy Salas, marido de Jennifer Salas, de 20 años. La mujer relató que en su edificio había un departamento en cada una de las seis plantas y que «anoche (por la del martes) olía como a gas, pero luego se disipó y todos nos fuimos a dormir».
Su relato coincide con el de otros testigos, como la propietaria de la iglesia que se encontraba en planta baja de uno de los edificios, Carmen Vargas Rosa, quien confirmó a la cadena CBS que ya el martes por la noche olía a gas en la zona.
Vargas Rosa dijo no saber si había alguien dentro del edificio, pero indicó que cuatro de sus inquilinos están desaparecidos.
«Una de ellas tenía el día libre, así que lo más probable es que estuviera en el edificio», explicó.
«Hay una madre que tiene un hijo enfermo, así que salvo que tuvieran un turno en el hospital, podrían estar adentro, al igual que un joven y su mujer que van tarde a la escuela, pudieron estar durmiendo y aún no podemos contactarlos», agregó.