Otra plataforma petrolera explotó y se incendió ayer en el golfo de México, provocando una fuga de crudo que ya tenía más de un kilómetro y medio de extensión y tres metros de ancho, aunque los trabajadores en el lugar informaron al servicio de guardacostas de los Estados Unidos que el flujo se había detenido.
“Los operarios dijeron que habían podido comenzar los procedimientos de bloqueo antes de abandonar el lugar”, precisó Barry Lane, jefe de los guardacostas.
“Los trece trabajadores de la plataforma están ubicados y todos visten trajes de inmersión que los protegen del agua”, dijo el suboficial de la Guardia Costera, John Edwards, antes de que fueran rescatados.
El guardacostas Bill Colclough, por su parte, indicó que un trabajador resultó herido y había sido trasladado a un centro médico.
Un portavoz de Mariner Energy, la compañía petrolera con sede en Texas (sur) propietaria de la plataforma, había señalado un poco antes que no había ningún signo visible de contaminación en el mar, lo que después fue confirmado por los hechos.
“Después de un sobrevuelo inicial efectuado por personal sobre el lugar, ninguna fuga de hidrocarburos ha sido señalada”, dijo el portavoz de la empresa, Patrick Cassidy.
La explosión lanzó a trece empleados al mar, uno de ellos con heridas.
Cuatro buques guardacostas y varios helicópteros fueron enviados al lugar del siniestro para rescatar a los trabajadores.
La plataforma de Mariner Energy estaba operando en aguas relativamente poco profundas, a unos 135 metros, y no estaba produciendo petróleo en el momento de la explosión, informó la Guardia Costera.
El accidente ocurrió más de cuatro meses después de la explosión y el posterior hundimiento de la plataforma Deppwater Horizon de BP –también ubicada en el Golfo de México– en abril, que provocó once muertos y la peor marea negra de la historia de Estados Unidos.
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