«Hubo una profunda convicción de todos los miembros (del Tribunal de Disciplina) desde lo ideológico de no seguir conteniendo a estos tipos dentro del partido», agregó Riera sobre la determinación del PJ santafesino de expulsar de sus filas a Mario Facino y Eduardo Ramos, condenados por violación a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar.
El viernes pasado, la conducción del PJ provincial votó favorablemente el dictamen elaborado por el Tribunal de Disciplina partidario, que estableció la expulsión de los afiliados Facino y Ramos.
Facino, ex agente de inteligencia de la policía provincial fue jefe de la comisaría 4ª durante el terrorismo de Estado, el principal centro clandestino de detenciones de la ciudad de Santa Fe.
El año pasado fue condenado a 20 años de prisión por secuestros y torturas a detenidos políticos, y luego a 23 años de cárcel por el homicidio de la militante de las Ligas Agrarias, Alicia López, ocurrido en 1976.
En democracia, Facino fue jefe comunal de la localidad de San José del Rincón, cercana a la ciudad de Santa Fe.
En tanto, Eduardo Ramos, alias `El Curro`, fue sentenciado a 23 años de cárcel por privación ilegítima de la libertad y tormentos en el marco de la denominada causa Brusa, por violación a los derechos humanos.
En los 90 fue candidato a concejal por el Modín de Aldo Rico, pero debió renunciar a la postulación cuando se hizo público su pasado durante la represión.
«Si bien las sentencias están apeladas, decidimos que no éramos un órgano jurídico sino político», explicó hoy Riera sobre la resolución en declaraciones a Radio Universidad de Rosario.
«Nos pareció que lo trascendente era lo otro, a mí me llena de orgullo la decisión porque es la primera vez que el partido toma una determinación tan importante», añadió la integrante rosarina del Tribunal de Disciplina del PJ de Santa Fe.
La dirigente justicialista dijo que si bien «en el PJ podemos encontrar distintas miradas sobre cada coyuntura, es una responsabilidad muy grandes para los jóvenes que hoy aparecen dejar un marco claro y marcar hacia dónde queremos ir». «Desde lo personal -agregó- fue una actitud reivindicatoria».
Riera consideró que «es trascendente la coyuntura política que se vive» para la decisión que adoptó el viernes el peronismo provincial.
«Hay dos ejes que son fundamentales: la perseverancia de los organismos de derechos humanos, y la convicción y la decisión política que marcó en este tema Néstor Kirchner primero y Cristina Kirchner después», dijo Riera.
Y concluyó: «Es el punto inicial de poder dar muestras claras de que estamos para hacer las cosas de una manera diferente, y que no se puede tolerar más ni hacernos los distraídos con respecto a estos temas».
