Dietrich Mateschitz, dueño de Red Bull, confirmó que, al igual que hizo el año pasado, piensa regalar a Sebastian Vettel el monoplaza del presente año como reconocimiento al título de campeón del mundo que está a punto de lograr.
Mateschitz lo reconoció en una entrevista con prensa alemana. Se trata de un coche que, entre materiales y fabricación, rondaría el millón y medio de euros, un dinero bastante ‘barato’ para lo que estarían dispuestos a pagar muchos coleccionistas.
‘Kinky Kylie’, como apoda a su coche, ampliará el museo personal del piloto alemán cuando acabe la temporada. “Poco a poco, su garaje en Suiza se está haciendo demasiado pequeño”, confirman sus allegados.
De todas formas, Vettel no quiere oir hablar aún de regalos ni campeonatos ganados: “No estoy pensando en eso porque no hemos ganado nada”, dijo en el aeropuerto de Zurich antes de embarcar con destino a Singapur.
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