Tal vez Prime no sea una de las plataformas más vistas por aquí, sin embargo la calidad de sus producción sale de la media y despunta muchas veces con propuestas singulares. El mes pasado la plataforma estrenó Fallout, una serie llevada adelante por Jonathan Nolan y Lisa Joy, responsables de Westworld, con una maravillosa primera temporada. Tras esa experiencia participaron de la endeble The Peripheral, una pobre propuesta acerca de metaversos y viajes temporales, y ahora finalmente vuelven con esta destacable adaptación de lo que fue un popular videojuego.
En Fallout, tras un desastre nuclear, el mundo ha quedado devastado. Bajo tierra, diseminados en algunos bunkers, sobrevivientes de las clases altas norteamericanas han vivido ajenos a los sucesos de la superficie formando curiosas comunidades aisladas, a la espera del momento adecuado para salir y reiniciar la civilización. En apariencia poco saben de lo que ha sucedido en el mundo externo durante los dos siglos que llevan ocultos.
Vuelto casi inhabitable por la radiación, el mundo se ha convertido en una tierra a la deriva, con cucarachas carnívoras de grandes dimensiones, humanxs mutantes, y grupos de personas que sobreviven en un territorio muy similar al del salvaje oeste. Por su parte, una hermandad fuertemente tecnologizada, de sesgos templarios, intenta a su modo restituir el orden antiguo. En cierto modo se trata de tres capas de mundo que remiten al imaginario popular: el oeste, los caballeros templarios y el sueño (norte) americano de la década del 50.
A su vez, Fallout desarrolla en forma paralela los sucesos anteriores a la catástrofe que dio fin a la humanidad como se la conocía, en una suerte de años 50 marcados por el anticomunismo, la paranoia, la construcción del sueño americano en la TV y tecnocorporaciones disputándose el futuro de la humanidad con especulaciones apocalípticas. Esta línea narrativa no sólo explica el origen del desastre, sino que va revelando secretos con respecto a los personajes que habitarán el mundo dos siglos después.
El relato da inicio con el ataque perpetrado a un bunker desde el exterior por un grupo de “salvajes”. En la masacre el líder de la comunidad (Kyle McLachan) es secuestrado, y su hija será quien decida salir al exterior para rescatarlo. Ese es el detonante de la intriga en la que se irá descubriendo un mundo excéntrico, entre el humor y la más cruda violencia.
Lucy (Ella Purnell) es la ingenua jovencita de clase alta criada en el bunker que deberá descubrir el brutal mundo exterior para rescatar a su padre. A ella se sumarán, en su viaje, un caballero de la Orden, un científico que guarda un determinante secreto en “su cabeza”, y un vaquero misterioso y despiadado del cual se ignoran sus intenciones. Entre idas y vueltas, reuniones y separaciones, el extraño grupo irá delineando la imaginativa trama en la que se despliegan las misteriosas aristas de ese mundo en ruinas.
Fallout desarrolla muy efectivamente su relato, de modo intrigante y no exento de cierta fascinación. El humor está siempre presente, alivianando la crudeza de las situaciones y dándole un tinte paródico a la construcción de ese mundo postapocalíptico. En cierto modo todo funciona a la perfección, los personajes resultan atractivos y simpáticos incluso cuando están delineados en deliberados trazos gruesos, el imaginario del mundo es resuelto visualmente de manera atractiva, y la progresiva revelación de los misterios implicados funciona de modo orgánico sin que nada se perciba forzado.
Sin embargo, y tal vez esto no resulte pertinente, hay algo que aquí podría extrañarse. Siendo un trabajo de Jonathan Nolan y de Lisa Joy, y remitiendo indefectiblemente al soberbio antecedente de Westworld (la primera temporada), en Fallout todo el despliegue parece quedar un poco anclado en la superficie de lo anecdótico. Si aquella lograba integrar la espectacularidad y la épica en un trasfondo de sesgos trágicos que evocaba lo mejor del cine de ciencia ficción, con sus movilizadoras preguntas hechas desde la fabulación especulativa, aquí las ingeniosas ideas que se van planteando parecen quedar en un plano leve, plenamente superficial, sin dejar que actúen por debajo para redimensionar el relato.
Pero tal reclamo tal vez sea injusto, es claro que Fallout es otra cosa, y que lleva su atractiva propuesta hasta el final con imaginación, ritmo y humor.
Fallout / Prime Video / 1era. Temporada
Creadores: Jonathan Nolan / Lisa Joy
Intérpretes: Ella Purnell, Aaron Moten, Walton Goggins, Kyle MacLachlan