Diez integrantes de la organización de profesionales que evadieron impuestos por 2.500 millones de pesos a través de facturas truchas fueron procesados este jueves por el magistrado Carlos Vera Barros del Juzgado Federal N° 3. El juez resolvió que los seis organizadores continúen en prisión mientras que dispuso una fianza para otros cuatro detenidos. A su vez, el escribano recibió la falta de mérito y quedó en libertad. Además, los últimos dos apresados, quienes fueron indagados hace una semana, esperaban una determinación sobre su situación procesal.
Los procesados, que quedarán en prisión y serán alojados en un complejo Penitenciario Federal, fueron el gestor automotor, Lelio Serafini, el empleado Jorge Centeno, Adrián Zeballos, la contadora María Cristina Ottaviano y Ricardo Astudillo –sindicado como uno de los cerebros de la banda–. El delito por el que quedaron acusados fue “coautores del delito de asociación ilícita tributaria, en calidad de organizadores”, contaron voceros judiciales.
A su vez, Guillermina Sgariglia, Marcos Rete, Nair García y Atilio Miotti seguirán el proceso en libertad, luego de pagar una fianza de 100 mil pesos. Como requisitos deben presentarse cada mes en la comisaría de su barrio y no pueden salir del país. A los diez procesados se le trabó un embargo por un millón de pesos.
En la audiencia del jueves, Vera Barros también dictó la falta de mérito para el escribano Fabián Tosini, quien estaba sospechado como coautor de la asociación ilícita tributaria, explicaron los investigadores y agregaron que los últimos detenidos Hernán Racca e Iván Dobboletta fueron indagados y aún esperan que la Justicia Federal resuelva sus respectivas situaciones procesales.