Facundo Sucatzky es una leyenda del básquet nacional, uno de los mejores y más prolíficos asistidores que hayan desplegado su talento en las canchas de la Liga, pero también un producto de su esfuerzo, sacrificio y mentalidad ganadora. Desde Ceres llegó a Rosario para crecer en el básquet de Provincial y desde allí estuvo para siempre ligado al afecto de esta tierra. Y esta vez tocó volver.
“Soy un agradecido a Titi y Pepe por la invitación de hacerme parte del campus que realizaron en Rosario. Es la primera vez que me invitan a un evento basquetbolístico en Rosario y me encantó poder estar”, cuenta Facundo, quien se lució por la intensidad y calidad de labor en el campus con chicos que lo vieron jugar sólo por la magia del youtube.
“Estuvo muy bueno todo el trabajo y por cómo se diagramó cada uno tuvo una función. A mí me tocó la parte de fundamentos individuales a partir del dribling. Se armó un gran grupo de trabajo y por lo que me contaron los chicos y los papás se fueron súper contentos. Será seguramente el primero de muchos campus para Titi y Pepe”, analizó el ex jugador de la selección argentina y máximo asistidor de la Liga, que incluso jugó cuatro temporadas en las que nadie las contabilizaba.
Tras su carrera como jugador, Facundo inició su labor como entrenador y dentro de esa función se especializó en el trabajo en fundamentos con jugadores jóvenes: “Hoy me dedico especialmente a enseñar fundamentos individuales, tengo una academia en Córdoba a la que concurren chicos de todo el país para mejorar su dribling, su tiro, su definición. Es mi motor, es lo que me gusta. También hago clínicas y campus con un gran staff”.
“Creo que hoy mi momento es enseñar. Estuve dirigiendo hace un tiempo, pero para ser entrenador de equipos hay que ponerlo por encima de todo y yo elegí priorizar mi familia, mi salud mental y hacer lo que me gusta. Es mi momento de trasmitir lo que aprendí a los jugadores jóvenes, y no sólo los fundamentos sino cómo generar la motivación o superar las frustraciones”, se extendió.
Sucatzky es palabra autorizada para referirse al mundo de la Liga y de la aparición de jugadores. Y desde su mirada aporta toda una argumentación sobre cómo era llegar al máximo nivel algunas décadas atrás y cómo es ahora, en un análisis tan sencillo como lógico: “Talentos siempre hubo y habrá. La gran diferencia es que antes era mucho más difícil llegar por la gran calidad de jugadores que había y la menor cantidad de equipos. Eso implicaba que uno tenía que trabajar el doble o el triple para sólo poder intentar llegar a ser jugador en la Liga o el exterior. Hoy hay más posibilidades concretas y rápidas para los jugadores jóvenes porque hay más opciones de equipos, por eso el talento que se refleja en la cancha es menor. A mi entender si se juega con menos equipos, el nivel crecería”.
Facundo aprovechó la estadía en Rosario para compartir con familiares y amigos, como el Pelado Marchica y Daniela Oldani. Y automáticamente nació una idea.
“Surgió con Daniela la posibilidad de hacer un campus mixto en invierno, en julio. Las ganas están. Sería una alegría volver a la ciudad para trabajar con jugadores y jugadoras y con una leyenda del básquet rosarino como es Daniela”, contó Sucatzky.
Intenso, directo, cercano, los caminos de Sucatzky y Rosario llevaban un tiempo separados, pero el básquet los volvió a encontrar. Siempre viene bien tener una leyenda en casa.