La cervecería Peñón del Aguila se convirtió en el primer local gastronómico con faja de clausura de la ciudad de Funes durante la cuarentena. El motivo fue la violación del decreto provincial que reglamenta el funcionamiento de los bares. La fiscal Alicia Raquel Almada dictaminó la clausura por el exceso de personas en el establecimiento, alrededor de 200, y por permanecer abierto más allá del horario límite de las 23, según determina el DNU firmado por el gobernador Omar Perotti.
Según dio a conocer InfoFunes, en la reconocida cervecería ubicada en Irigoyen y Castelli había «más clientes y más empleados de los permitidos» según los protocolos Covid-19, y «no se respetaba el distanciamiento» por lo que Control Urbano junto al Comando cerraron el lugar, que “tampoco contaba con las habilitaciones en regla”.
«Había más de cien personas, Comercio estimó que eran 200», explicaron desde Control Urbano y agregaron que al solicitar la intervención de Comercio e iniciar la clausura la gente comenzó a irse, «salvo un grupo de unas 15 personas a quien la dueña pretendía seguir atendiendo».
Fue así como un grupo de unas 20 personas fue trasladado al centro de salud Houssay para realizarle controles de temperatura a cada uno. Luego todos y todas fueron demorados en la Comisaría 23, donde quedaron a la espera de la resolución por parte de la Fiscalía de Flagrancia que intervino en el hecho.
«Casi todas las noches estamos interviniendo ahí, nunca por esto sino porque exceden el horario de cierre, pero anoche era alevoso la cantidad de gente que había, por eso pedimos la intervención del 911. Lamentablemente es así, se tiene que poner un límite porque peor va a ser que tengan que cerrar todos los comercios», explicaron desde Control Urbano.
Una vez realizados los trámites correspondientes en la comisaría, todos fueron liberados en la mañana del domingo.
El intendente Roly Santacroce dijo que no es ninguna sorpresa lo sucedido. «Es un bar que tiene problemas desde hace muchísimo tiempo, con ruidos molestos y denuncias de vecinos. En varias oportunidades fue clausurado y multado. En la gestión anterior también se había clausurado».
La presencia de jóvenes que llegan desde Rosario a realizar fiestas en casas de fin de semana y quintas es otra de las preocupaciones del municipio.
