En medio de la disputa política que recrudece día a día en plena pandemia, cobran visibilidad los casos de multinacionales que deciden liquidar una parte de sus activos o vender posiciones. Si bien cada ejemplo es una realidad diferente, predomina un discurso que lo sintetiza en un éxodo masivo de empresas que desconfían del gobierno nacional.
El fenómeno comenzó luego de que la empresa chilena Falabella anunciara el cierre de cuatro locales y la búsqueda de un comprador. La noticia fue capitalizada por sectores de la oposición que asociaron esta decisión a una fuga de inversiones. Pero los datos exponen que la tienda con base en distintos puntos del país sufrió su mayor desgaste durante la devaluación del año 2019, por lo que quedó a merced de la crisis ocasionada por la pandemia.
En paralelo surgieron los casos de Glovo, Burger King, Starbucks y una danza de firmas que comienzan a mencionarse como víctimas de una supuesta saga protagonizada por capitales que huyen de Argentina por el «mal clima de negocios». El discurso predominante, sintetiza realidades muy distintas agitando la idea del éxodo de empresas ante la supuesta «venezuelización».
Si bien las decisiones de Fallabella y Glovo distan de tener un punto en común, la oposición política, apoyada en los medios concentrados, unificó los casos para apuntar al gobierno de Alberto Fernández como responsable de cierres y cambio de titulares.
En el fragor mediático, y con estos dos antecedentes, surgió el rumor de que Starbucks y Burger King tomarían el mismo rumbo, pero la compañía que opera las dos marcas en el país salió a desmentir la noticia.
El caso de Falabella
La situación de Falabella cuenta con un antecedente que anticipó este anuncio. Durante febrero del 2019 inició un proceso de reducción a partir del cierre de un emblemático local de calle Florida, en Capital Federal.
El doctor en desarrollo Gustavo García Zanotti, consideró que la empresa chilena posee un modelo de negocio que no soportó las consecuencias de la crisis económica de 2018 y 2019. La recesión provocada por la pandemia terminó de darle el golpe final.
“La base de este negocio se sustenta en un dólar barato ya que buena parte de lo que vende es importado, cuando el dólar está caro y encima la demanda está parada, no funciona”, explicó a este diario.
En ese sentido expuso que el revés más significativo lo recibió a fines de 2018, luego del proceso devaluatorio durante el gobierno de Cambiemos. Esto provocó que la firma pasara de importar por 105 millones de dólares en 2018 a 53 millones en 2019.
“En el 2020 la pandemia fue un agravante, el modelo de negocio podía aguantar algunos años de mala racha, pero no mucho más. En este caso, tres años de crisis complicaron las cosas“, agregó.
Falabella confirmó que cerrará cuatro de sus locales en todo el país, dos de ellos de la firma Sodimac. Según García Zanotti, las dificultades para adaptarse a la modalidad de venta online y la competencia con el gigante Mercado Libre, fueron otros de los motivos que llevaron a la reducción.
La venta de Glovo
La retirada de la empresa de servicios de repartos Glovo reforzó la idea de una salida masiva de capitales de Argentina. Mediante un anuncio oficializaron la venta de sus operaciones en la región a la firma alemana Delivery Hero, dueña de Pedidos Ya.
Lo cierto es que esta jugada forma parte de un proceso de migración de la empresa de Latinoamérica. Entre 2019 y principios de este año emprendieron su retirada de Chile, Brasil y Uruguay.
Algunas versiones indican que la decisión fue tomada ante la intención de la secretaría de Comercio de la Nación por regular la actividad. Aunque por otra parte, Glovo nunca llegó a afianzar su rentabliidad en el país, y hasta los últimos días quedó lejos de liderar un mercado capitalizado por Pedidos Ya y Rappi.
Desde el gobierno nacional aseguraron que si bien esta salida tuvo que ver con una visión estratégica de la empresa, durante el año 2018 registró pérdidas por 45,7 millones de euros producto de reiteradas causas judiciales por parte de sus trabajadores.
Desmentida
En medio de las interpretaciones que surgieron a partir de los casos de Falabella y Glovo, este martes surgió el rumor de una posible salida de la cadena de cafeterías Starbucks y la reconocida marca de comidas rápidas Burger King.
Ante el trascendido, desde Alsea, firma que opera las dos franquicias en Argentina, desmintieron rotundamente esa posibilidad, y aseguraron que pese a la crisis económica continuarán en Argentina.
«Creemos que es fundamental acercar información clara y transparente para poder resolver las inquietudes de nuestros equipos, proveedores y clientes que disfrutan de nuestras experiencias», expusieron en un comunicado.
Durante este jueves, distintos medios periodísticos afirmaron que ambas multinacionales querían abandonar el país, pero no encontraban comprador, en referencia al proceso de venta iniciado en mayo que quedó desierto por falta de oferentes.
La compañía aclaró que «frente a contextos críticos e inesperados como el que el mundo vive en estos momentos, todas las compañías constantemente evalúan alternativas posibles para lograr la sostenibilidad en el largo plazo».
Para despejar todo tipo de rumor, el comunicado de Alsea concluyó: «Hoy más que nunca estamos comprometidos con Argentina, operando nuestras tiendas bajo las modalidades de delivery, take away y drive thru, y enfocados en lograr que la empresa siga brindando una atención de excelencia, aportando valor y generando empleo».
