El sociólogo alemán Ulrich Beck, uno de los pensadores más influyentes a la hora de trazar los grandes rasgos del cambio de época, falleció de un infarto el 1 de enero a los 70 años, informó la editorial berlinesa Suhrkamp, en base a la información recibida de sus familiares.
Considerado como uno de los más brillantes intelectuales de su país y de su tiempo, Beck era una autoridad en el campo de la sociología con libros de gran influencia como «La sociedad del riesgo» (Risikogesellschaft) de 1986, que fue traducido a 35 idiomas y que tuvo un gran impacto al situar las nuevas coordenadas de las sociedades occidentales ya entonces en claro proceso de transformación.
Según Beck las tradicionales coordenadas que marcaban las fronteras de desigualdad y de inseguridad (basadas en estructuras de clase y que afectaban a colectivos sociales homogéneos) estaban siendo profundamente alteradas por fuertes procesos de individualización y fragmentación familiar y social, a caballo de los cambios generados por la globalización y la revolución tecnológica.
El riesgo se “democratizaba”, pudiendo afectar de manera inesperada a personas y grupos que hasta entonces habían mantenido unas estables y “seguras” condiciones vitales.
Colaborador asiduo en diarios y revistas especializadas del mundo entero, Beck se desempeñó como docente en varias universidades de Munich, París y Londres. La tesis central de obra de Beck, considerado por muchos como el sociólogo de las grietas de la modernidad, es que los principales problemas del mundo moderno no tienen origen en sus derrotas sino, por el contrario, en sus éxitos.