El compositor francés Pierre Boulez, figura ineludible del panorama de la música académica contemporánea y uno de los más relevantes directores de orquesta del siglo XX, falleció ayer a los 90 años en su residencia de Baden Baden, Alemania, informó su familia.
Nacido el 26 de marzo de 1925 en la ciudad de Montbrison, Boulez fue alumno del compositor Olivier Messian y de Andrée Vaurabourg (esposa de Arthur Honegger) y fue uno de los nombres relevantes de la vanguardia musical y artística de la posguerra europea.
Desde joven se destacó en el universo de la música atonal siendo uno de los referentes del serialismo integral -del que luego renegaría- junto a compositores como Karlheinz Stockhausen y Luigi Nono, entre otros.
Al mismo tiempo fue también uno de los impulsores de la música electrónica académica, habiendo dejado el registro «Repons» en este género.
Una de las características de sus inicios fue que mientras proponía obras radicales en el marco de la música académica, se sostenía económicamente tocando el piano en el cabaret parisino Folies Berger.
Boulez fue también un destacado director de orquesta, con relevancia en la obra de compositores como Maurice Ravel, Claude Debussy, Arnold Schoenberg y Bela Bartok, además de la dirección de óperas de Richard Wagner, cuyas interpretaciones generaron en su momento polémica y luego se fueron estableciendo como lecturas clásicas del autor de «El anillo de los Nibelungos».
En 1970 y por decisión del presidente francés Georges Pompidou, Boulez fue nombrado director del Instituto de Investigación y Coordinación Acústica de Música (Ircam), una de las instituciones centrales de la experimentación musical en Europa creada a su medida, cargo que mantuvo hasta 1992.
Director de la Filarmónica de Nueva York entre 1971 y 1977 -donde sucedió a Leonard Bernstein y fue sucedido por Zubin Mehta-, de la Sinfónica de la BBC entre 1971 y 1974, fue hasta su fallecimiento el principal director invitado de la Orquesta Sinfónica de Chicago y dirigió regulamente las filarmónicas de Viena y Berlín, la Sinfónica de Londres y la Orquesta de París.
Boulez fue también el creador y director del Ensamble Intercontemporáneo, un grupo sinfónico dedicado exclusivamente al repertorio contemporáneo que en 1984 colaboró con Frank Zappa, de quien interpretó tres obras, que quedaron en un registro discográfico.
Figura central de la intelectualidad y los movimientos artísticos de la posguerra, en una entrevista concedida a los 88 años, Boulez señaló sobre este período: «Crecí con la guerra, y cuando mis colegas y yo comenzábamos a crear, hacia los años cincuenta, no queríamos regresar a lo que se había hecho antes. Necesitábamos encontrar nuevos caminos. Habíamos presenciado el apocalipsis».
«Boulez ha hecho brillar la música francesa en el mundo y dio un prestigio considerable a la cultura francesa», destacó hoy el presidente de Francia, Francois Hollande en un homenaje al músico fallecido.