Este viernes por la noche falleció el gobernador santafesino José María «Tati» Vernet, el primero desde la recuperación de la democracia en Argentina el 10 de diciembre de 1983. Este 24 de febrero hubiera cumplido 80 años.
Sus familiares y amigos, dieron a conocer la noticia en la madrugada de este sábado. El histórico dirigente peronista había sufrido un ACV en el último tiempo y estaba internado.
El Gobierno de Maximiliano Pullaro decretó esta mañana 48 horas de duelo en todo el territorio local, “disponiéndose además que las banderas nacional y de la provincia permanezcan a media asta en todos los edificios públicos durante el período del duelo”.
Vernet, nacido en Rosario y egresado de la carrera de Contador, ganó las elecciones provinciales en 1983 cuando tenía 39 años. Sin posibilidad de reelección por imperio de la Constitución santafesina, Vernet dejó el gobierno en diciembre de 1987 pero nunca abandonó su vínculo con la política hasta su muerte.
El dirigente justicialista también estuvo en el Ministerio de Relaciones Exteriores como canciller durante la breve presidencia de Adolfo Rodríguez Saa, la última semana de 2001, y fue ministro de Producción del gobierno de Antonio Cafiero en Buenos Aires. Hace unos años, tras vivir en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), regresó a Rosario por problemas de salud y vivía con una hija, dijeron a Télam allegados al exmandatario.
En la asunción de Pullaro el último 10 de diciembre, Vernet participó del acto sostenido por un bastón, que lo ayudaba a moverse en los últimos tiempos, y recibió el reconocimiento del mandatario electo.
El jefe de bloque de Diputados de Unión por la Patria, Germán Martínez, lo despidió en las redes sociales.
José María «Tati» Vernet.
Militante peronista. Ex gobernador de la provincia de Santa Fe (1983-1987). Constructor permanente de unidad.
Abrazo enorme a sus familiares, amigos y compañeros más cercanos.
QEPD. pic.twitter.com/eSGJf9C5Y6
— GERMAN MARTINEZ (@gerpmartinez) February 24, 2024
Su papel en 1987
En otros hechos, Vernet siempre fue recordado por su rol en la Pascua de 1987 cuando hubo un levantamiento de una facción de las Fuerzas Armadas que ponía en riesgo la reciente vuelta a la democracia.
Estaba en la Casa Gris cuando recibió el llamado del líder del radicalismo, Luis “Changui” Cáceres. Vernet tenía 44 años, era gobernador hacía cuatro años. Vernet y Cáceres cortaron el teléfono y se encontraron en la Legislatura provincial.
La reunión fue corta por la noticia del levantamiento. Cáceres partió a Casa Rosada y Vernet convocó a todo el arco político local, incluida la oposición para levantar una defensa contra los militares.
Decidió mudar la administración provincial al Palacio Vasallo, donde funciona el Concejo Municipal en Rosario. Resistieron 48 horas mientras en el resto del país el clima se enrarecía. Las jornadas pasaron a la historia como la “gesta democrática” a la que se sumó el movimiento obrero y estudiantil.
El final fue el mentado anuncio del ex presidente Ricardo Alfonsín: “La casa está en orden y no hay sangre en Argentina. Felices Pascuas”.
La gesta democrática empezó como reacción al primer levantamiento desde el fin de la última dictadura militar que ocurrió el Jueves Santo en Córdoba.
El mayor de Inteligencia Ernesto Barreiro se negó a concurrir al juzgado que lo investigaba por cargos de tortura y asesinato durante la dictadura. Se amotinó en el Comando de Infantería Aerotransportada de Córdoba junto a otros 130 militares para resistir la orden de detención judicial. La reacción se extendió a otros cuarteles y el teniente coronel Aldo Rico, a cargo de un regimiento en Misiones, pasó a liderar el levantamiento desde la Escuela de Infantería de Campo de Mayo.
“Decidimos que había que declarar el Estado de Emergencia en Santa Fe, lo que nos daba la facultad de trasladar la sede de gobierno al Concejo Municipal de Rosario. La Constitución era clara: el gobierno estaba donde estaba el gobernador”, contó Vernet a El Ciudadano 30 años después.
La elección de Rosario no fue casual. Los medios periodísticos a nivel nacional habían jugado un rol protagónico en la última dictadura militar y en la capital provincial habían favorecido a los gobiernos de facto durante décadas.
La noche del Viernes Santo el gobernador santafesino volvió de Buenos Aires tras darle su apoyo a Alfonsín junto al líder de la oposición. En vez de regresar a la capital de Santa Fe, se instaló en el Palacio Vasallo. “Lo interesante fue que por primera vez en la historia del país la oposición apoyó al gobierno de turno. No jugó en contra. Hubo unidad desde el primer momento. A eso se sumó que, apenas nos instalamos, se generó un movimiento de estudiantes, obreros y de toda la sociedad civil en la puerta del Concejo”, explicó hace siete años Vernet a este medio.
“Hubo apoyo de la Iglesia, se acordó con las radios pasar todos los comunicados, declaramos feriado todo el fin de semana y pusimos el transporte público gratis para poder movilizar a la ciudadanía”, contó.