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Falleció la escritora Noemí Ulla

Investigadora, escritora y crítica literaria, autora de la novela "Los que esperan el alba", Noemí Ulla murió el domingo. Sus libros fueron elogiados por Bioy Casares y Saer. “Detrás de un comienzo siempre hay una frase y esa frase va hilvanando el relato”, expresó en una entrevista.

El domingo pasado falleció la santafesina Noemí Ulla, quien había estudiado en Rosario, y se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. La escritora, investigadora y crítica literaria, que falleció el domingo en Buenos Aires a los 76 años, deja como legado un conjunto de relatos sutiles y ensayos en los que se aproximó a la creación de autores como Juan Carlos Onetti, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo o Juan José Saer, con los que además mantuvo una amistad.
Conocida como Quita, se desempeñó también como ensayista, investigadora del Conicet y miembro permanente de la Academia Argentina de Letras.
Ulla integró un grupo de destacados poetas santafesinos entre los que también estaban Aldo Oliva (con quien estuvo casada), Rafael Oscar Ielpi, Rubén Sevlever, Aldo Beccari, Daniel Wagner, Juan José Saer y Hugo Gola. Luego se radicó en Buenos Aires, donde se acercó a Borges, Silvina Ocampo y Bioy Casares.
«Me hice amiga suya en los años 80. Lo quise tanto. Disfruté del humor tan particular que tenía. Pasé momentos muy lindos, me reí­a muchí­simo con él», sostuvo la crítica y escritora en una entrevista a propósito del autor de «Ficciones».
Ulla fue doctora en Letras por la UBA y profesora invitada de las Universidades de Toulouse Le-Mirail, Clermont Ferrand, Avignon, Caen (Francia), Complutense (Madrid), la República (Uruguay), Toronto y Miami University (EE.UU.). En el año 2014, Fundación Konex la premió con un diploma al mérito.
Entre sus obras se destacan «Los que esperan el alba» (primer premio de novela, Dirección de Cultura de Santa Fe, 1967), «Urdimbre», «Ciudades», «El ramito», «El cerco del deseo», la antologí­a personal «Una lección de amor y otros cuentos», el ensayo «Identidad rioplatense 1930: la escritura coloquial (Borges, Arlt, Hernández, Onetti)» -por el que recibió el Primer Premio de Ensayo otorgado por la Subsecretarí­a de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires-, «La insurrección literaria: de lo coloquial en la narrativa rioplatense de los años 1960 y 1970» y «Variaciones rioplatenses».
En 1974, su cuento «La viajera perdida» fue premiado en el concurso del Semanario Marcha de Montevideo por un jurado que encabezaba Juan Carlos Onetti.
«Los relatos se me ocurren por palabras y frases que escucho. Detrás de un comienzo siempre hay una frase y esa frase va hilvanando el relato. A propósito de frases, hay una muy linda de Proust sobre Flaubert: ‘lo más interesante de ‘La educación sentimental’ no es una frase sino un blanco’ -aseguró Ulla alguna vez-. Las pausas. Los silencios. El silencio hace a la palabra y yo no lo agrego a posteriori, es más bien algo inconsciente».
Su obra fue traducida al francés, inglés, alemán e italiano y recibió premios de manos de colegas como Onetti y Augusto Roa Bastos.

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