Micaela Bravo tenía 27 años. Su pareja, Marcos Caminos, de la misma edad, y su pequeño hijo de un año, Ciro, murieron en la tarde del 23 de abril cuando ocupantes de una camioneta dispararon una lluvia de balas contra el Audi estacionado en el que estaba la familia en barrio Larrea. La joven falleció en la mañana de este martes tras 10 días de agonía y a consecuencia de las heridas sufridas en ese ataque, del que resultó ileso otro hijo del matrimonio, Bautista, de 6 años.
El atentado que ya dejó tres víctimas fatales fue cerca de las 20 del penúltimo sábado de abril en Colombia 1320 bis, casi esquina con Schweitzer. Las cuatro víctimas habían llegado recién en el vehículo hasta esa cuadra, donde vive la madre de Micaela.
En ese momento, irrumpió el conductor de una camioneta que frenó frente al Audi A4 con vidrios polarizados. Se bajaron cuatro hombres y comenzaron a disparar. Casi 40 balazos a juzgar por las vainas servidas –todas calibre 9 milímetros– recogidas en el lugar.
Marcos falleció en el momento: su cuerpo presentaba 15 orificios de bala. Los proyectiles también alcanzaron al pequeño Ciro, que no resistió y llegó sin vida al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria donde lo llevaron de inmediato. Allí también trasladaron a la madre del niño, Micaela, quien desde ese día permanecía internada en grave estado con heridas de arma de fuego en tórax, tráquea y hombro. El otro hijo de la pareja, de seis años, no fue alcanzado por los proyectiles, consiguió bajar del Audi y se refugió en la casa de su abuela. El auto quedó con 38 perforaciones.
La investigación de los crímenes quedó a cargo de la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Georgina Pairola. La hipótesis principal es que el ataque fue derivación de un conflicto por el negocio de venta de drogas. En el allanamiento de la casa de las víctimas, la Policía encontró estupefacientes (8 panes de marihuana que pesaban en total 6,4 kilos más 81 dosis de cocaína), algo de dinero en pesos y dólares y armas de fuego.
Una camioneta con las mismas características que la usada por los tiradores apareció incendiada cerca de las 23 de ese sábado a unos 600 metros del hecho, en Génova y Cullen. Las averiguaciones sobre ese vehículo arrojaron que había sido robado dos días antes del ataque en la zona sur.
La línea investigativa en torno a una pelea narco se refuerza para los pesquisas por los antecedentes de Marcos Caminos. La fiscal Pairola confirmó en su momento que era pariente de Roberto “Pimpi” Caminos, el ex jefe de la barrabrava de Newell’s asesinado en marzo de 2010.
Marcos había sido detenido el 21 de agosto de 2015 en José Ingenieros al 7600 con 484 envoltorios de cocaína y siete de marihuana durante un procedimiento de la Brigada Antinarcóticos de Santa Fe en el que también resultaron apresadas otras personas. Y a los dos meses, el 15 de octubre de 2015, la Policía Federal allanó su casa. Allí encontraron 101 envoltorios de marihuana, cinco celulares, 33 chips de teléfonos móviles y un trozo de 655 gramos de cocaína.