Dos sexagenarios fueron condenados mediante un juicio abreviado por intentar extorsionar a un empresario del transporte. Los sospechosos amedrentaron a empleados de la firma haciéndose pasar por agentes de Interpol. Uno de ellos fue detenido luego de una entrega controlada de dinero, mientras que su cómplice cayó un después durante un allanamiento. El más comprometido de los audaces sesentones deberá purgar una pena condicional de 3 años mientras que su compinche fue condenado a un año y medio de prisión en suspenso. Además ambos deberán cumplir reglas de conducta entre ellas evitar acercarse a la víctima.
Eduardo Demestri, de 64 años, y Julio Best, de 66, llegaron el 14 de enero a la empresa de Transporte Las Carmelitas ubicada en la localidad de Soldini a bordo de un automóvil Chrysler. Se presentaron como agentes de Interpol y afirmaron contar con una orden del Juzgado Federal de Comodoro Py para realizar un operativo en el lugar. La misma información le brindaron al segundo interlocutor con el que hablaron y pasaron a la oficina de la firma donde estuvieron más de dos horas con el objetivo de constatar irregularidades, según refirieron. Luego se retiraron aunque antes solicitaron los datos personales del interlocutor, entre ellos su teléfono, sostuvo la fiscal en la audiencia, Gisela Paolicelli.
El 26 de enero el empleado de la firma recibió un llamado, de Demestri. Le dijo que volverían a la firma y le solicitó la entrega de 15 mil pesos a cambio de no hallar anomalías en el lugar. Ello derivó en la denuncia del propietario y la Policía montó una entrega controlada de dinero en una estación de servicios de Piñero que se concretó el 10 de febrero. Cuando Demestri llegó el dueño de la firma le entregó un sobre con 5 mil pesos y el falso agente de Interpol marchó preso. Mientras que Best fue detenido al día siguiente en su vivienda del barrio de Arroyito.
La semana pasada el fiscal Paolicelli y el defensor Ignacio Carbone solicitaron, en audiencia pública, la homologación de un acuerdo abreviado. Los sospechosos, que habían sido imputados de extorsión agravada, falsificación de documento público y usurpación de autoridad, prestaron su conformidad al convenio.
La fiscal explicó que los cambios en la calificación legal se debieron a que el agravante de la extorsión fue desvirtuado. Si bien hay testigos que refieren que los imputados llegaron portando armas las mismas nunca fueron desenfundadas ni utilizadas para amedrentar a las víctimas, tampoco fueron tomadas por las cámaras de seguridad del lugar y no se secuestraron durante los allanamientos.
Respecto a la falsificación de documento público, la fiscal llegó a la conclusión que las credenciales que los intrusos mostraron al presentarse como agentes de Interpol eran tarjetas que los identificaban como socios de la International Police Association, una asociación que tiene como fin generar lazos de amistad y cooperación entre policías o personas ligadas a investigaciones criminales. Dichos carnés eran verídicos, por lo que descartó la falsificación. A su vez sostuvo que el acta que confeccionaron los imputados en la empresa de trasporte y cuya copia dejaron a las víctimas era un hoja membretada que aludía a los Tribunales Federales de Comodoro Py pero que dista de un documento público, por lo que esta figura penal fue descartada.
Finalmente el acuerdo fue admitido por el juez Gonzalo López Quintana, que condenó a Demestri por el delito de tentativa de extorsión y usurpación de autoridad a la pena condicional de 3 años mientras que Best fue sentenciado por una participación secundaria en el hecho a la sanción de 1 año y 6 meses de prisión en suspenso.