La ex concejala Alcira Alejandra Jurado llegó el jueves por la noche a su casa de Fray Luis Beltrán, luego de que le dictaran falta de mérito -los elementos probatorios resultaron insuficientes- y le concedieran la libertad tras haber sido detenida en abril pasado, en el marco de una causa federal que la investigaba por integrar una banda narcocriminal con base en Arroyo Seco, que operaba en Rosario y en la propia Beltrán.
A fines de mayo, Jurado fue trasladada a la cárcel de mujeres de Ezeiza, luego de que el juez Marcelo Bailaque le dictara la prisión preventiva a principios de aquel mes. El hijo de la ex concejala, Nicolás H., transcurre sus días de encierro en la cárcel de Marcos Paz, junto a otras siete personas apresadas desde abril pasado.
En procedimientos realizados entre el 12 y 13 de abril fueron arrestados Jurado, de 58 años, y su hijo Nicolás, por estar sospechados de tener vinculación con la venta de estupefacientes. Los fueron a buscar a su casa de Presidente Perón casi esquina Sarmiento, la misma vivienda que había sido blanco de disparos el pasado 12 de febrero.
Balaceras
Aquel día, ocho disparos de arma de fuego impactaron contra la fachada de la vivienda, en la que también reside la pareja de la ex concejala, Marcelo H., un hombre de 59 años que se desempeñó como coordinador de la Municipalidad de Fray Luis Beltrán hasta ese momento. Luego fue apartado de su cargo.
Una semana antes de este ataque, el hijo del matrimonio había sido baleado en la ciudad de Rosario. En un confuso episodio Nicolás fue herido en la puerta de un hotel ubicado en Santa Fe al 3600, en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus.
Droga en el champú
Una semana y media después de la detención de Jurado y su hijo Nicolás, el escándalo continuó cuando una joven de 18 años fue detenida tras intentar pasarle droga al muchacho mientras se encontraba arrestado en la delegación rosarina de Policía Federal.
Personal de la guardia interna detectó que la joven que estaba de visita llevaba estupefacientes. Fue durante la requisa de los elementos que les llevan a los internos cuando se le encontraron en un envase de champú dos envoltorios de plástico transparentes: uno con clorhidrato de cocaína y otro con picadura de marihuana compactada.