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Familia solidaria teme por el futuro de una nena

La tenían a su cuidado hace un año y la Dirección de Niñez decidió restituirla a sus familiares paternos. “Nadie sabe que pasó con la nena, hubo mucha desidia”, contó Betiana a El Ciudadano ya que cuando la recibió, la chica tenía signos de maltrato.


Una familia solidaria denunció que la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia de la 2ª Circunscripción le retiró de manera “abrupta, imprevista e informal” a la niña de dos años cuya guarda provisoria tenía, para restituirla a su “familia ampliada”. La pareja cuestionó la “desidia” institucional, porque –aseguró– al recibirla en su hogar la chica portaba signos de maltrato prolongado. Ahora, la niña se encuentra con sus tíos paternos.

La madre solidaria, Betiana, habló con El Ciudadano y contó que junto a su pareja, Fabián, denunciaron “el maltrato de la institución y su falta de protección” tanto hacia la nena como a ellos. En una carta, la mujer escribió: “Después de un año de haberla sanado desinteresadamente, y de haber creado de manera natural un vínculo sumamente positivo para la niña, el licenciado Lautaro D’Anna, hoy director de Dirección de Niñez, junto al doctor Cristian Allende, de manera engañosa y perversa decidió separar a la menor de esta familia y que sea reintegrada a familiares paternos, sin haber culminado con el proceso de vinculación que de nuestra parte veníamos prestando”.

Betiana contó que hace un año, cuando recibieron a la niña, “estaba maltratada con varias quebraduras y hematomas”. Es por eso que teme por el futuro de la niña, ya que “ninguno de sus tíos paternos realizó denuncias por lo que vivió la nena”.

“Nadie sabe que fue lo que le pasó, hubo mucha desidia por parte de la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia”, explicó Betiana. Y continuó: “Pasaba el tiempo y nadie nos visitaba para informarse por el estado de la nena, como seguía el trámite, pensábamos que la íbamos a tener tres meses y luego iba a ser entregada a otra familia, pero luego de un año nos llamaron para comenzar el proceso de restitución”.

Luego de negarse al principio, a la pareja no le quedó otra alternativa, ya que entendió que “judicialmente no se puede hacer nada”. Antes de recibir a la niña, Betiana y Fabián se habían inscripto en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (Ruaga), que excluye expresamente las posibilidades de adopción.

“Queremos que la nena sepa lo que le pasó y que no se le borre el último año de su vida, el que pasó con nosotros, es su derecho”, expresó la madre solidaria. Y cerró: “Creo que lo mejor para la nena es que esté con nosotros, ella nos sentía como su mamá y su papá y así nos llamaba, se había relacionado con todo nuestro entorno y nuestras familias”.

D’Anna, por su parte, argumentó que la restitución de la chica a su familia ampliada fue la mejor decisión para la niña. “La decisión fue tomada en función de la normativa vigente y el protocolo. Hacía tiempo que se trabajaba en la revinculación con su familia”, explicó. Y añadió que este tipo de decisiones son tomadas por personal idóneo, y están acompañadas, testeadas y defendidas tanto por el Poder Judicial como por la Defensoría de la Niñez, órgano de control de la institución.

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