Familiares de las 52 víctimas fatales de la tragedia ferroviara de Once realizan este sábado una serie de actos al cumplirse un nuevo aniversario del hecho, y a poco de comenzar el juicio oral y público contra 29 acusados, entre quienes se encuentran ex funcionarios y empresarios, así como el motorman que condujo la formación.
Tal como ocurrió el año pasado, a partir de las 8.32, hora que tuvo lugar el accidente, se hizo sonar la sirena en el andén 1 de la estación de Once en memoria de los fallecidos y entre las lágrimas y la tristeza de sus familiares.
Paolo Menghini Rey, padre Lucas Menghini, una de las víctimas, apuntó «contra la corrupción, la falta de respeto a la vida y la falta de cuidado» como puntos clave que derivaron en el accidente.
«Hace 2 años en este preciso momento nuestras vidas cambiaban para siempre, la vida de este país cambiaba para siempre, porque la corrupción, la falta de respeto a la vida, al ciudadano, la falta de cuidado nos arrancaba a 52 inocentes», aseguró.
«Este día es el luto de un país que vio morir a 52 inocentes producto de la corrupción, víctimas del poder y de esa desidia que mata. Toda esta jornada tendrá el signo de la búsqueda de justicia y de mantener viva la memoria porque es imposible tener justicia sin tener memoria», agregó.
Menghini reveló luego: «Comenzamos una jornada de dolor y de lucha que nos encuentra unidos. Nuestros familiares murieron por el lucro a cualquier precio. Buscamos la Justicia y queremos perseguir la memoria y la verdad, por que sin eso es imposible conseguir Justicia».
Después fue el turno del Padre Diego quien señaló: «Hoy estamos todos unidos porque es un momento de intimidad y comunión. Estas palabras son para abrazar y contener, para hacer memoria y unir en el amor».
«Estamos todos vivos y esa sirena hace que por un minuto compartamos la pasión de nuestro seres queridos y nos sintamos en comunión con ellos que habrán pensado en nosotros al momento de morir. Si hubiéramos muerto nosotros, nuestros familiares y amigos estarían aquí», aseveró.
Asimismo continuó: «Cuando sentimos la angustia en el corazón y brotan las lágrimas, cada uno puede decir si hubiera muerto yo estarías aquí por mí igual que estoy yo por vos . Esta certeza es digna de fe. Que los familia y amigos estemos aquí luego de 2 años de lucha, habla bien de ellos».
«Si han generado esta pasión por la justicia es porque debieron ser gente solidaria. El consuelo del amor es más fuerte que la muerte y somos familia, pueblo que compartimos sueños fe y alegría. Cada uno puede decir estoy cuidando a la familia, te llevo dentro más que si me hubieran trasplantado tu corazón», dijo.
Más tarde el sacerdote indicó que: «Hay personas que no están acá ni estuvieron en el momento de la tragedia, los responsables del hecho. Es bueno que sea la justicia la que los obligue a estar».
Tras manifestar que «estar en la cárcel es bueno porque obliga a pensar en las víctimas» el Padre Diego culminó su discurso diciendo: «Por nuestras 52 sagradas víctimas una oración a Dios nuestro Padre. Que Dios los bendiga».
Por su parte, Nicolás, un joven de 14 años cuyo tío murió en el accidente, expresó entre lágrimas: «Hay que valorar lo que tenemos porque nos damos cuenta de las cosas cuando las perdemos, ahí uno se arrepiente y en ese momento es muy tarde».
Luego, a las 11, se realizó una misa en la Catedral Metropolitana donde una gran cantidad de personas colmaron el recinto religioso para participar de la misma.
La ceremonia religiosa fue presidida por el obispo auxiliar Eduardo García debido a que arzobispo Mario Poli se encuentra en la Ciudad del Vaticano donde fue declarado cardenal por el Papa Francisco.
En tanto, a las 17, se iniciará una marcha que culminará con una concentración y acto en la Plaza de Mayo, que contará con la conducción de Sebastián Wainraich y Gabriela Radice; y se prevé la concurrencia de dirigentes sociales y de organizaciones de derechos humanos, así como personajes del ámbito cultural.
Para el 18 de marzo, está previsto el inicio del juicio contra 29 acusados: entre ellos los empresarios Mario y Claudio Sergio Cirigliano entonces a cargo de la concesionaria TBA; los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime; y el motorman que condujo la formación Marcos Córdoba.
En el juicio está prevista la declaración de unos 300 testigos y ésta semana el Tribunal Oral Federal 2 hizo una inspección ocular en unos talleres ferroviarios de Flores donde está alojado bajo custodia la formación siniestrada.