Familiares y vecinos de Laureano Cardozo se concentraron para exigir justicia por el crimen del joven. El nuevo pedido por la resolución del caso del joven de 23 años asesinado el viernes pasado en las inmediaciones de Flammarion al 5100 tuvo lugar en la esquina de San Martín y Uriburu, donde sus allegados denunciaron que la fiscalía no da respuestas y dieron cuenta de la precaria situación de violencia que se vive en el barrio y en la ciudad.
La multitud se concentró al grito de «Ni uno Menos», los parientes de Cardozo señalaron que la manifestación buscaba presionar a los investigadores, quienes no han presentado ningún avance en la investigación: «Hasta el día de hoy nadie nos dio ninguna mínima respuesta. Nada sobre la seguridad. En las calles de donde falleció Laureano no pasa ningún patrullero. Fueron en el momento que los medios se acercaron y nada más», contó al aire de Canal 3 una de las manifestantes, que además expresó que no hubo mejoras ni en el patrullaje, colocación de cámaras de vigilancia ni en el alumbrado público: «Esto es una zona liberada».
«Quiero seguridad para todos, porque hoy fue mi sobrino. Mañana puede ser mi otro sobrino, puede ser mi hermana y mi mamá. Esto ya es tierra de nadie. Ya no se puede vivir», dijo exasperado el tío de Laureano, que se hizo presente en la concentración de San Martín y Uriburu, y agregó: «Le exigimos a la Fiscalía, a los jueces, que se hagan cargo. Tantas cámaras ponen para nada ¿Eso vale la vida de mi sobrino?»
El grito desgarrador de familiares y amigos de un pibe laburante, para que no sea un número más
«Me lo mataron como un perro, él no se lo merecía», declaró la madre de Laureano, y sostuvo: «Quiero justicia, quiero confiar que se va a hacer justicia por mi hijo».
Otra de las parientes de Cardozo tomó la palabra y destacó la indignación general de la familia y del barrio: «No pueden ser que no podamos salir a las calles. A mi sobrino lo mataron injustamente. Era una excelente persona, dejó una beba de tres meses. Estamos en una Rosario que sangra. Nos dejan a merced de los narcotraficantes, de los asesinos a sueldo».
Así mismo, la mujer aseguró que las movilizaciones en pedido de justicia no van a detenerse hasta obtener respuestas: «Yo no sé, sinceramente, el ministro de Seguridad qué hace. Estamos cansadas. No vamos a parar, que quede claro, no vamos a parar. Vamos a seguir con las marchas. Esta es la segunda que hacemos y vamos a hacer muchísimas más. Si tenemos que parar la ciudad, la vamos a parar. Queremos justicia. Queremos que se esclarezca el caso de mi sobrino», advirtió.
Laureano Miguel Cardozo fue asesinado en la puerta de la casa de sus padres, luego de salir a pasear a la perra de la familia. El joven de 23 años había ido a cenar con su esposa y su beba de tres meses con la intención de regalarles una foto enmarcada de su nietita. Ya en la vereda, un Fiat Uno blanco pasó frente a la vivienda con dos ocupantes. Uno de los desconocidos abrió fuego dos veces contra Cardozo. Uno de los proyectiles le impactó en la mano, mientras que un segundo le dio en el pecho al muchacho que paseaba a la perra.
El chico fue trasladado al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) a las 22, y falleció a los pocos minutos de ingresar a la guardia.
“Era un chico lleno de proyectos, totalmente dedicado a su familia. Había sacado el carnet para manejar colectivos. Está gente salió a matar al azar o lo confundieron con otro chico”, remarcaron amigos de Laureano.
