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Familiares de Nicolás Cóceres imputados por andar armados

El padrastro y la madre del joven de 19 años asesinado a balazos el 9 de septiembre pasado quedaron detenidos el martes pasado tras un allanamiento a una vivienda donde les encontraron armas. A la vez la mujer es tía de Mauro Barrionuevo, otro muchacho asesinado, hace dos semanas, en el mismo barrio

La violenta saga de la zona norte sumó el jueves pasado un nuevo capítulo: el padrastro y la madre de Nicolás Cóceres, una de las víctimas fatales de la seguidilla de ataques, fueron imputados de tenencia de arma de fuego. Fuentes del caso dijeron que esta mujer es tía de Mauro Barrionuevo, el chico de 15 años ultimado hace 11 días en barrio El Churrasco. Cóceres, de 19, era primo de Mauro cuya familia fue amenazada de muerte el último martes por tres adolescentes y un joven que terminaron detenidos.

Este martes alrededor de las 21.30 un grupo que se movilizaba en un automóvil color rojo frenó su marcha en Pizzurno al 1900, donde viven familiares de Barrionuevo, y amenazaron de muerte a una mujer. “Si no levantás la denuncia vamos a seguir matando gente”, advirtió, arma en mano, un hombre que luego junto con sus compinches hacia el punto cardinal norte.

Un móvil del Comando, tras un llamado al 911, salió en busca del auto color rojo. El patrullaje no duró mucho: en Pasaje 1357 al 2000, a unas cuatro cuadras, la Policía dio con tres sospechosos, quienes al ver el móvil intentaron escapar pero fueron alcanzados en el patio delantero de una vivienda. A uno de ellos, los uniformados le secuestraron un revólver calibre 38 con tres cartuchos nueve milímetros. En medio del procedimiento, vecinos intentaron frustrar la detención, por lo que el trío fue trasladado hacia Casiano Casas y Baigorria para efectuar las diligencias de rigor.

En esa esquina fueron identificados como Claudio F., de 17 años; Matías F., de 22; G. R., de 15, y Rodrigo A., de 17. El mayor quedó a disposición de la Fiscalía de Flagrancia; los tres adolescentes, a cargo del juzgado de menores.

En ese marco, cinco horas después, a las 3 de la madrugada, personal de la comisaría 30ª allanó, a pedido de la Fiscalía de Flagrancia, tres domicilios de barrio El Churrasco a raíz de una investigación derivada de la demora preventiva de tres pibes a quienes se le secuestraron balas 9 milímetros.

Tras dos irrupciones infructuosas, los efectivos hallaron un miniarsenal en la zona de Herrera y Boedo: una escopeta calibre 12, un revólver 38, un pistolón 22 con mira telescópica y una cuarta arma, además de decena de cartuchos. Dos personas que son familiares de Barrionuevo fueron detenidas. Se trata de Hugo B. y Graciela B., indicaron fuentes judiciales.

La acusación

El jueves pasado la pareja fue imputada por tenencia ilegítima de arma de fuego. En el caso del hombre, el juez Ismael Manfrín, luego de aceptar la acusación de la fiscal Andrea Vega, dispuso que continúe preso por 15 días en tanto que en el caso de la mujer fue liberada, aunque deberá presentarse ante la Oficina de Gestión Judicial cada semana.

En la audiencia se ventiló que el hombre fue detenido luego de un llamado al 911 hecho por una vecina, quien dijo haber visto entrar a personas armadas a un domicilio de Larrechea y Pizzurno, donde Hugo B. fue detenido. En tanto Graciela B. fue apresada poco después en una casa de Boedo y Herrera.

En la audiencia donde se produjo la acusación formal, el hombre fue defendido por Soledad Carroza, mientras que su pareja fue representada por Marta Macat.

Fuentes del caso dijeron que el hombre era padrastro y la mujer madre de Nicolás Cóceres, el joven ultimado a tiros en septiembre pasado en la misma zona.

Más violencia

Otro hecho de violencia se había registrado unas horas antes de las amenazas de muerte. A las 20 del martes, en Larrechea al 1900, y los investigadores no descartan que esté vinculado a los episodios posteriores. En esa cuadra un móvil del Comando entrevistó a Eliseo R., un pibe de 19 años que sufrió un tiro en el brazo izquierdo y fue derivado al Hospital Alberdi; poco después la Policía detuvo en Manuel García y Baigorria a Franco R., a bordo de un Peugeot 307, quien fue apuntado por la propia víctima como el autor del disparo, según indicó el Ministerio de Seguridad.

Voceros de la investigación señalaron que la violencia que se vive en forma cotidiana en ese sector postergado de la zona norte tiene origen en el enfrentamiento entre dos facciones que se disputan el control del narcomenudeo. En ese contexto, se suma la lógica del “dolor por dolor” derivada de la seguidilla de homicidios que azota El Churrasco, que tuvo un rebrote a partir de julio.

Hace cuatro meses las balas cruzadas se cobraron la vida de Maite Ponce, una nena de 5 años alcanzada por un plomo en su casa de Larrechea y Ávalos.

Dos meses más tarde, el 9 de septiembre,  fue asesinado Nicolás Cóceres, acribillado en Superí y Pizzurno en el marco de una pelea barrial derivada de esos enfrentamientos.

El miércoles 31 de octubre y a dos cuadras del asesinato de su primo Nicolás: Mauro Barrionuevo recibió un disparo en el cráneo tras un ataque en su casa. Por el crimen, fue detenido Maximiliano David L., de 22 años, sospechado de integrar el grupo desde el cual partió el disparo que acabó con su vida. El joven quedó imputado por el homicidio y le dictaron 45 días de prisión preventiva.

Por los asesinatos de los primos, tanto de Barrionuevo como de Cóceres, continúa prófugo Nahuel “Pechocho” L. En el caso de Mauro, buscan a este muchacho junto a tres cómplices mientras que por la causa de Cóceres, hay un tal Payo mencionado en la pesquisa como quienes se acercaron al joven y lo acribillaron a tiros a metros de una fiesta por el Día del Niño. Tras el ataque fatal, se desató una batahola barrial en la que el auto de una mujer apuntada como la pareja de Pechocho ardió por la bronca de los vecinos.

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