La comunidad de Coronda no logra salir de la conmoción. Yamila Franco tenía 23 años. El pasado viernes por la noche, la joven fue hallada sin vida en su domicilio. Según determinó el resultado preliminar de autopsia que le realizaron en la ciudad de Santa Fe, el cuerpo presentaba un disparo de escopeta de aire comprimido a la altura del pecho. Su pareja durante los últimos tres años fue Gabriel G., un agente del Servicio Penitenciario que aparece como el único testigo de la causa. Familiares de la víctima desacreditan la hipótesis de suicidio. Cuestionaron las actuaciones policiales en la escena del hecho y piden el esclarecimiento del caso. Y no descartan que se haya tratado de un femicidio. «No teníamos relación con él. La fue aislando de nosotros. No dejaba que hablara con la familia y la fue aislando de todo», advirtió Ismael, hermano de Yamila.
«Hoy mi sobrino de 6 años nos preguntó por qué teníamos la imagen de la mamá en nuestros perfiles de Whatsapp. Fue muy fuerte. El nene quedó al cuidado de su padre, que era la pareja anterior de Yamila», contó el hermano de la corondina, cuyo caso ya movilizó una marcha en la localidad de Venado Tuerto, en donde también tenía familiares. «Vamos a visibilizar el caso y queremos justicia. Estamos buscando la verdad», enfatizó Ismael en diálogo con El Ciudadano.
Este miércoles, familiares de Yamila se entrevistaron con Jorge Nessier, el fiscal que lleva adelante la investigación. «Nos dieron un informe de procedimiento y nos constituimos como querellantes. Seguiremos el proceso muy de cerca porque tenemos muchas dudas. Pedimos esclarecimiento y justicia», insistió Ismael. «El procedimiento policial fue pésimo y lamentable. Mi madre fue la última en enterarse. Presentaron a un solo testigo», lamentó.
Ismael definió a Yamila como «una chica con muchos proyectos. Le había dicho que viniera a estudiar a Venado Tuerto, en donde vivo actualmente. Era incapaz de quitarse la vida. Mi hermano de 17 años fue el último de la familia que la vio. Y está seguro que jamás hubiese hecho algo semejante», expresó.
Por estos días se desarrollan las pericias en la escopeta de aire comprimido que secuestraron en el lugar del hecho. «En primera instancia circuló un rumor de que estaba ahorcada y que también había muerto de un tiro», señaló el hermano de Yamila. Aclaró que un rifle de aire comprimido no representa un arma de fuego. «Si bien están las pruebas químicas del arma, siguen pendientes las placas del hospital».
«Estamos a la espera del resultado general de la autopsia. Aunque manejen la hipótesis de suicidio, nosotros no nos quedamos con esa teoría», afirmó Ismael. Y reiteró: «No estamos de acuerdo con la hipótesis inicial». Según le dijeron a la familia, «con un dedo del pie tocó la cola del disparador».
«Mi madre no vio el cuerpo de Yamila. Fue la última en enterarse. La mandaron a Santa Fe para realizar autopsia y después la trajeron en un cajón cerrado. A los cuatro días nos dieron un informe de procedimiento del cual tenemos nuestras dudas. No queremos que el caso quede archivado con una simple hipótesis», sostuvo el hermano.
Esta tarde en Venado Tuerto, integrantes del colectivo «Ni una menos» marcharon pidiendo justicia por Yamila Franco. También lo hicieron por Julieta Del Pino, la joven de 19 años asesinada hace 10 días en la localidad de Berabevú. «Hay hipótesis que son desquiciadas. Como mujeres que integramos el movimiento feminista pedimos que se investigue de manera seria y responsable», planteó la diputada provincial Roxana Bellatti sobre el caso de Yamila. «No estamos seguras de que haya sido suicidio. Hubo un procedimiento sospechoso de la Policía», cerró la legisladora.