La familia del periodista Dante Leguizamón presentó un habeas corpus en la Justicia Federal en Córdoba para que la empresa que administra el crucero en el que viaja desde el 8 de marzo informe dónde está la embarcación y defina cómo devolver al hombre a Argentina. Leguizamón había subido a un barco de la firma Holland American Gruop como invitado de un amigo pianista que trabaja en la nave, con quien iba a conocer las Islas Malvinas. Al volver al continente, del lado de Chile, no pudo desembarcar porque el gobierno había cerrado la frontera por la pandemia del coronavirus. Desde entonces el crucero estuvo en la costa de Miami y hoy su familia presume que está cerca de las Bahamas, aunque sin siquiera poder salir a la cubierta. Piden que la Justicia intervenga y lo devuelvan al país.
Actuar
El abogado de la familia, Claudio Orosz, explicó que este sábado fueron junto a su colega Ramiro Fresneda al Juzgado Federal Nº3 de Córdoba para presentar un habeas corpus a favor de Leguizamón. Orosz dijo que el periodista era un invitado en el barco y hoy está siendo forzado a permanecer en la nave en un lugar del mar Caribe. “Está siendo retenido por la empresa Holland American Group en una ubicación que no podemos determinar. Pedimos al juez que ordene a la empresa que nos indique dónde está”, señaló el abogado, y agregó que también solicitaron que la firma se haga cargo de trasladar a Leguizamón hasta el juzgado cordobés.
Leguizamón confirmó la presentación judicial en su cuenta de Twitter
https://twitter.com/DanteLeguizamon/status/1249132579900600320?s=20
En diálogo con El Ciudadano, Andrea, la hermana de Leguizamón contó que se mantiene en contacto con el periodista vía WhatsApp a diario, pero no puede tener llamados telefónicos porque están en altamar y no consigue red. “Este domingo la única comunicación del capitán fue desearles Felices Pascuas. No les cuentan hacia donde van. Creemos que están cerca de Bahamas. Esperemos que puedan bajar a tierra y desde ahí empezar los trámites para su regreso”, dijo. Andrea confirmó que aún mantienen un régimen de cuarentena y aislamiento en cabinas a cuenta de que hubo contagiados y muertos por Covid-19.
Que viaje
El 8 de marzo Leguizamón subió al crucero de Holland American Group. El plan era llegar el 13 a Punta Arenas, en Chile, y terminar el viaje el 21 en el puerto de San Antonio, desde donde regresaría a Córdoba. El 14 el barco pasó por Punta Arenas y entró al canal de Beagle. Chile había cerrado sus fronteras por la pandemia y debieron navegaron durante días en alta mar. No podían salir de sus cabinas, el servicio de internet era pago y no tenían señal telefónica. Cuando llegaron a Panamá, la empresa acordó con Florida parar en el puerto de Miami bajo la condición de que nadie bajara. Ese día había cuatro personas en la morgue y otras 20 contagiadas de Covid-19.
Leguizamón es una de 12 personas de Argentina que estaban en el barco hasta la semana pasada. Seis pudieron volver en un vuelo a Uruguay desde Estados Unidos luego de cambiar de barco. Las autoridades norteamericanas no dejaron subir a Leguizamón al avión al igual que a otros cinco trabajadores de la firma. Leguizamón insistió que él no pertenecía a la empresa Holland American Gruop. Entonces pidió ayuda directamente al presidente Alberto Fernández a través de Twitter.
“Estoy desesperado. Quiero que Alberto sepa esta situación. Me siento secuestrado por una empresa privada que no me deja volver a mi país y me hizo viajar 10 mil kilómetros a la fuerza. Soy una persona sana que por culpa del coronavirus ha sido psíquicamente torturada”, había dicho a El Ciudadano.
Leguizamón había dicho que estaba en contacto permanente con el consulado y cancillería quienes entienden que el argumento para no dejarlos regresar es insostenible. “Agradecemos todos los esfuerzos de las organizaciones políticas de Córdoba y Argentina para destrabar esto”, comentó este domingo su hermana, Andrea.
“No somos turistas varados en Miami tomando sol. Los pasajeros y trabajadores que estamos en el barco no quisimos llegar hasta acá, nos trajeron 10 mil kilómetros a la fuerza. Si esto no se resuelve volveremos al medio del mar. Sin destino, sin garantías y en un barco infectado de coronavirus. Necesitamos su ayuda”, había dicho Leguizamón la semana pasada.
Desesperado pedido de un periodista argentino que hace 35 días deambula en un barco