En medio de la escalada inflacionaria y el plan de desregulación de la economía del gobierno nacional, los farmacéuticos y bioquímicos acordaron el primer incremento salarial del año y definieron acudir a la justicia contra el DNU 70.
El Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB) suscribió la primera paritaria del 2024, con un aumento del 91% para el primer trimestre del año en el salario de los profesionales afiliados.
El incremento trimestral cercano al 100% se reparte en 19% para enero, 43% para febrero y 29% para marzo, de acuerdo al acta firmada el 3 de enero que precisa que la rúbrica se produjo “rectificando los valores preacordados en 2023 para enero y febrero 2024, que debieron ser ajustados debido a los índices inflacionarios”.
Con la actualización paritaria, el salario inicial para los profesionales de las farmacias y los laboratorios, pasó a tener un piso salarial de 750 mil pesos mensuales, al que se le debe incorporar 10% por presentismo, 12% por capacitación, 20% por gestión del establecimiento y refrigerio a cargo del empleador.
Al mismo tiempo, el gremio informó que recurrió a la justicia contra el DNU 70/23 del gobierno de Javier Milei debido a que “reduce la fuente laboral del farmacéutico porque devalúa su papel, autorizando la venta de medicamentos fuera de la farmacia y la dirección técnica farmacéutica en varios lugares simultáneos, lo que termina asegurando ausencia en todos lados”.
Asimismo, consideran que “el DNU baja el precio a la labor farmacéutica y el salario del profesional, que fue gran protagonista en la pandemia” y advirtieron que “al dejar la farmacia sin director farmacéutico presente, se fomenta la automedicación y adicción a medicamentos, el uso irracional de fármacos y el tráfico de drogas, que generan problemas de salud y muertes, porque en ausencia del farmacéutico el propietario de la farmacia vende sin control por cuestiones de rentabilidad”.
El secretario general del sindicato, Marcelo Peretta remarcó que “el farmacéutico se encarga del origen, la conservación e información sobre medicamentos, y es clave en la vacunación, el control de presión arterial, el seguimiento del uso racional de medicamentos y, en esta época del año, en la producción, provisión e información de productos contra el dengue, por lo que debe estar siempre presente en su lugar de trabajo”.
Además, sostuvo que “no hay diferencia entre medicamentos de ´venta libre´ y ´recetados´ porque ambos se elaboran igual, por el mismo laboratorio, con idénticos controles, y a pesar de que la dosis de los venta libre es menor, la cantidad de unidades por envase hace que al tomar, por ejemplo, dos comprimidos de venta libre, se alcance igual o mayor dosis (y riesgo) que los recetados, por eso es indispensable que, como dice la publicidad de los medicamentos de venta libre: ´ante cualquier duda el paciente consulte a su médico o a su farmacéutico´”.
El profesional farmacéutico aseguró que “el DNU no bajará el precio de los medicamentos sino que fomenta el monopolio porque su autor ignora (o quiere beneficiar a los productores) que la farmacia no fija el precio de los remedios: el precio de los fármacos lo fija el laboratorio productor”.
Desde el sindicato catalogaron de “preocupante que el DNU desregule los puntos de venta de medicamentos y devalúe el papel farmacéutico, pero no fomente competencia entre los laboratorios productores de medicamentos (son 300 desde el año 1990) e inclusive les “limpie” la competencia cerrando los laboratorios públicos”.
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