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Fatal gresca entre dos vecinos

Las diferencias entre habitantes de casas linderas terminaron mal anteanoche en zona sur luego de que uno le cortara el cable de la luz al otro: hombre de 65 años murió por un tiro en la ingle y su contrincante fue al hospital con dos puntazos.

Un hombre de 65 años fue asesinado de un disparo en la ingle anteanoche tras protagonizar una gresca con su vecino, de 27 años, en inmediaciones de Batlle Ordóñez y Hungría, en el barrio Molino Blanco, dijeron voceros del caso. A su vez, el muchacho quedó internado y detenido en el Heca con dos puntazos y un roce de bala en la ceja, ampliaron las fuentes.

Pasadas las 22 de anteanoche, Santos Ortiz, de 65 años, tuvo una acalorada discusión con su vecino Carlos S., de 27 años, en la cuadra de pasaje 531 al 200 –entre Ayacucho y Hungría–, que ambos habitaban. En un momento, el hombre cortó los cables de la luz a su joven vecino, lo que llevó a una violenta pelea en la que los protagonistas utilizaron un revólver calibre 22, una tumbera y una cuchilla, dijeron voceros de la investigación.

Producto de la pelea, el muchacho de 27 años terminó en el Roque Sáenz Peña con un roce de bala en la ceja izquierda y dos puntazos: uno en el abdomen y el otro en la cara.

En ese marco, por la complejidad de las heridas, el joven tuvo que ser derivado al Heca, donde lo lograron estabilizar. Por su parte, Ortiz fue alcanzado por un proyectil en la ingle del lado izquierdo y un allegado lo llevó hasta el hospital Provincial. A las 5.30, el personal policial del centro de salud informó a los investigadores que el hombre había fallecido.

Tras la gresca fatal, personal de Gendarmería llegó al barrio y secuestró en el lugar una cuchilla, un revólver calibre 22 y también una escopeta tumbera. Además, algunos testigos contaron a los uniformados de las fuerzas federales que el muchacho herido había sido el autor del disparo que terminó con la vida de Ortiz y que todo se desató porque uno le cortó la luz al otro. Los pesquisas agregaron que, tras tomar las declaraciones, el fiscal de Homicidios Dolosos a cargo del caso ordenó que personal policial custodie la sala donde está internado Carlos S.

A su vez, habitantes de la zona sur contaron en diálogo con El Ciudadano que la relación entre Ortiz y su vecino era tensa desde hacía tiempo, pero se excusaron de contar detalles porque aseguraron que la situación entre los habitantes del barrio Molino Blanco era muy compleja como para agregar más rencores entre los allegados a las dos familias.

“Fue en Batlle Ordóñez al fondo. El ambiente es malo por lo que pasó. Ya venían con problemas y anoche (por anteanoche) se agarraron mal. Vivían al lado”, describió un vecino de zona sur, quien prefirió reservar su nombre porque reiteró –al igual que otros habitantes de la cuadra– que la situación entre los vecinos de la zona de Hungría al 6200 quedó delicada tras el homicidio.

El caso es investigado por el fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos con colaboración del personal de la comisaría 11ª, por razones de jurisdicción.

Infartado tras asalto

Un hombre de 70 años murió anteanoche de un paro cardíaco cuando tres ladrones que ingresaron a robar a su casa de la ciudad de Santa Fe lo golpearon con fuerza en la cabeza tanto a él como a su esposa, informaron fuentes policiales.

El hecho ocurrió poco antes de la medianoche de anteayer, cuando la víctima, identificada como Gerardo Testi, descansaba con su mujer, Manuela P. (de 68 años), en su casa de Laprida al 3800, en el barrio Siete Jefes, próximo a la costanera oeste santafesina. Según los voceros, la pareja fue sorprendida por tres ladrones que lograron colarse por la parte trasera de la vivienda, quienes los golpearon para que les entregaban dinero y objetos de valor. Testi recibió un golpe en la cabeza que le produjo un corte y cayó al suelo. De acuerdo con lo informado por fuentes policiales, su mujer comenzó a pedir ayuda a los gritos, por lo que los agresores también la golpearon en el rostro.

Finalmente y ante la resistencia encontrada los ladrones decidieron escapar del lugar sin concretar el robo, y la mujer se comunicó con el servicio de emergencias para relatar lo que había ocurrido y solicitar asistencia. Poco después llegaron al lugar médicos que constataron que Testi ya había fallecido, aunque no por los golpes sino porque por el estrés de la situación sufrió un paro cardíaco.

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