Esta claro que su valla no tiene límites. El hace que la misma se eleve cada vez más y más. Sus logros se superan uno a uno y eso hace imaginar, soñar y exigirle siempre un poco más.
Pero Roger Federer si algo ha demostrado en su carrera es la calma habitual con la que ha encarado cada objetivo. Y este que desde el mundo del tenis empiezan a querer, de alguna manera, imponerlo, chocaron contra la idea del suizo que descartó tener esa prioridad para esta temporada.
«No es algo que me haya puesto jamás en mente como algo que quería lograr», dijo el número uno del mundo antes de abandonar Melbourne, donde este fin de semana ganó el Abierto de Australia.
Federer acumula 16 torneos de Grand Slam, más que ningún otro tenista en la historia, pero nunca ganó los cuatro títulos de esa categoría en un mismo año. El último en lograrlo fue Rod Laver, en 1969.
«Seguiré jugando los torneos más pequeños, los Master Series y los que se supone que hay que jugar. Intento dar lo mejor en cualquier lugar a donde voy, porque creo que hay algo más que Grand Slams», agregó el suizo.
Federer, de 28 años, comenzó 2004, 2006 y 2007 con triunfos en Melbourne, pero chocó en esos años contra un Rafael Nadal intratable en polvo de ladrillo.
«Si ocurre es genial. Pero no es algo que haya puesto como mi meta número uno, en absoluto. No voy a acomodar todo mi calendario para intentar ganar el calendario del Grand Slam».
Y es que, a esta altura de su carrera, el jugador quiere evitar presiones adicionales. «Realmente quiero intentar disfrutar el fin de mi carrera, porque ya logré muchos objetivos que jamás creí posibles», señaló.