«Federica todavía no dijo nada y los profesionales nos recomendaron que aguardemos sus tiempos, hay que esperar a que ella quiera hablar, todavía no sabemos que pasó. Está asustada y muy angustiada», dijo Barrientos.
Sobre el estado de salud que presenta Federica, Claudia afirmó que «no presenta síntomas exteriores de violencia» y que «ayer fue revisada por el médico forense, pero no nos dijo nada, por lo que hoy la voy a llevar a nuestro médico».
Federica había desaparecido el sábado pasado a las 16 cuando salió de su casa, en Inclán y Muñiz, en el barrio porteño de Boedo, para encontrarse con un amigo y, a partir de allí, nadie la había vuelto a ver.
La noticia de la aparición de la niña llegó ayer al mediodía cuando su mamá, que es docente y delegada de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) en la escuela 11, distrito 8, participaba de una marcha junto con integrantes de ese sindicato y de la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys) para reclamar por su aparición.