Ciudad

Seguridad

Federico Angelini: “No siento que haya que celebrar triunfos intermedios, porque de nada sirve”

El subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad nacional no cree que la foto "a lo Bukele" sea una buena manera de seguir dando lucha a la violencia que genera el narcotráfico en Rosario. Destaca los resultados del Plan Bandera y confía en el éxito del nuevo desembarco federal


Federico Angelini es el actual subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, un cargo estratégico para la provincia, en el marco de la situación de violencia que se vive particularmente en Rosario. El referente del PRO en Santa Fe tiene una mirada positiva sobre los resultados del Plan Bandera y se despega de la foto publicada por el gobierno provincial, en el marco de la saga de crímenes a trabajadores de las últimas semanas. “No siento que haya que celebrar triunfos intermedios, porque de nada sirve”, dijo el referente del PRO en relación a la publicación de las fotos donde se vio a presos con el torso desnudo, esposados y alineados en el piso, custodiados por personal de Seguridad provincial, al estilo de las que popularizó el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Sobre las denuncias de torturas en la cárcel de Piñero, dijo tener “poca confianza” en su veracidad. A la hora de buscar razones de la escalada de violencia, acusa al kirchnerismo por omisión o hasta complicidad con el narcotráfico, y exculpa en parte al socialismo, a quien sí acusa de no haber enfrentado con fuerza al narcotráfico, al menos hasta 2015, por haber creído que “esto era una situación que se solucionaba con ideología y no con seguridad”.

—¿Cuál es la lectura que hacés de lo que está pasando en Rosario?

—Desde que se inició el Plan Bandera se obtuvieron resultados muy positivos, en cuanto a uno de los principales objetivos del plan, que tiene que ver con bajar la violencia en la ciudad de Rosario. En los primeros dos meses consolidados, comparándolos con los primeros dos meses del 2023, se pudo bajar más del 50 por ciento los homicidios en la ciudad. Además, se logró bajar otro tipo de incidencias, que tienen que ver con los robos, las balaceras, los heridos de bala y demás. Dicho esto, y con el accionar que se viene realizando trabajando coordinadamente la provincia y la Nación, lo que se está viendo, al cortarles las posibilidades de seguir operando desde las cárceles a los delincuentes, es una reacción que cruzó todo tipo de límites y que estamos trabajando fuertemente, con un gran compromiso, tanto del municipio, como de la provincia, como de la Nación, para que eso tenga los efectos mínimos, y que esos efectos tiendan a desaparecer.

—¿Qué cambió en relación a lo que se venía haciendo dentro del Plan Bandera después de esta saga de asesinatos?

—No es que haya cambiado algo en términos de la forma de trabajar, pero sí lo que ha pasado en la última semana es que hay un refuerzo importante de efectivos federales. Que de las ocho zonas que la provincia había detectado como de mayor importancia, antes las fuerzas federales tenían sólo dos y ahora tienen cuatro, o sea que el 50% está cubierto por las fuerzas federales. Además, tenemos la logística de las Fuerzas Armadas, que eso ayuda mucho para el movimiento de las fuerzas federales y para al patrullaje, y el acuerdo que hizo el Ministerio de Seguridad de la Nación con el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires para dotar a las fuerzas federales, hasta que tengan instrumentos propios, hasta que se compren los instrumentos necesarios y demás, que eso lleva un tiempo, para tener más presencia en el territorio. Además de eso se está trabajando fuertemente en la inteligencia penitenciaria, para minimizar los riesgos de las situaciones que lamentablemente vivimos la semana pasada.

—¿Cuál es tu mirada sobre la foto publicada “a lo Bukele” y las denuncias de torturas en la cárcel de Piñero?

—Yo creo que lo que no puede pasar más es que los delincuentes sigan manejando sus organizaciones delictivas como lo venían haciendo, con la tranquilidad de seguir manejando sus organizaciones desde adentro de las cárceles, tener contacto con al afuera como si nada, seguir manejando la venta de droga, las amenazas, las extorsiones, los asesinatos, que tanto daño le hicieron a la ciudad de Rosario. Eso es muy importante hacerlo. Obviamente, los delincuentes van a utilizar todo tipo de instrumento legal para evitar que eso suceda, porque al final del día lo que estás haciendo es cortales su poder y cortarles su negocio. Ese negocio que no solamente termina en ellos, sino que también se ve afectado a todo lo que es el mundo delictivo, los abogados, los contadores, las financieras, que es todo un universo que envuelve a esos delincuentes para que puedan realizar su trabajo. Eso, sin lugar a dudas genera molestias, pero el Estado no puede retroceder en eso.

—¿Vos considerás que las denuncias son armadas?

—Eso lo investigará la Justicia, pero yo no tengo ninguna prueba ni absolutamente nada que diga que se violaron derechos dentro del Servicio Penitenciario. Y que delincuentes que asesinan, que matan, que destruyen familias, hagan denuncias, bueno, que lo investigue la Justicia, pero les tengo poca confianza a esas denuncias.

—Sobre la foto en particular, ¿vos considerás que fue un error publicarla?

—No soy yo quien pueda juzgar o no juzgar ese tipo de fotos. Lo que sí creo es que yo no lo hubiera hecho. Esto es una batalla, es una guerra, y hay que ganarla. Y lo importante es que estamos en el camino de ganarla. Y es lo que más me importa a mí. No siento que haya que celebrar triunfos intermedios, porque de nada sirve. Y esto lo hablo para todos, no por la foto. No es algo que yo tenga que opinar si está bien o está mal. Si la hicieron, es porque se creyó que está bien. Y me parece que eso no es juzgable por mí.

—Existe la intención dentro del gobierno nacional de proponer una reforma a la Ley de Seguridad Interior, para permitir otra participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico. También se habló de una suerte de federalización de fuerzas provinciales. ¿Ustedes preparan algún proyecto para enviar al Congreso?

—Son proyectos en estudio. Lo que sí está claro es que cualquier fuerza que termine trabajando en la lucha contra el narcotráfico, o el cuidado de la frontera, y demás, tiene que ser preparada para esos fines. Nada es lineal y nada se hace de un instante a otro, sino que todo eso es importante analizarlo en el marco de un proceso. Y no de que sale una ley y ya se hace. Es en el marco de un proceso de capacitación y de formación en todo lo que es la seguridad ciudadana, o lo que es la lucha contra el narcotráfico o el cuidado de las fronteras.

—¿Se está trabajando en algún anteproyecto?

—En el marco de lo que es el mejoramiento de la seguridad pública, y eso conlleva la lucha contra el narcotráfico y el cuidado de las fronteras -porque un gendarme que está en Rosario es un gendarme menos en la frontera, un prefecto que está acá es un prefecto menos que está cuidando la hidrovía o la zona marítima-, lo que se está haciendo es ver de qué manera los recursos que existen se pueden optimizar y que haya distintos actores que puedan ir cubriendo distintas zonas, para que no suceda lo de la sábana corta.

—¿Vos estás de acuerdo con alguna reforma que permita involucrar al Ejército de otra manera?

—Yo estoy de acuerdo en que haya alguna reforma y en que todos los recursos que tengan las fuerzas armadas puedan utilizarse con la capacitación pertinente, con la formación que corresponde, para cuidar elementos estratégicos dentro del país.

—Serían fuerzas especiales dentro de las fuerzas armadas, capacitadas para esos fines.

—Exactamente, todo en el marco de una capacitación y de una formación, nada de forma directa.

—¿Y por qué creés que los niveles de violencia son superiores acá, en comparación con otros lugares del país?

—Hay distintas visiones. Yo creo que hubo una combinación de un gobierno federal que durante años no cuidó las fronteras, no cuidó las rutas nacionales que llegan a Rosario, y distintos gobiernos que tal vez por una cuestión ideológica no le prestaron la suficiente atención. No digo que fueran cómplices, para nada, pero sí que no le prestaron la suficiente atención al tema, lo que generó en Rosario un combo bastante complicado. Además de las características de la ciudad que tiene un complejo portuario muy importante, cruza la Hidrovía, cruzan casi todas las rutas nacionales, está muy cercano a Buenos Aires, y sin lugar a dudas una Policía y distintas instituciones de la provincia que fueron infiltradas por la delincuencia.

—¿Estás de acuerdo con lo que planteó el presidente con respecto a que los gobiernos del socialismo permitieron que creciera el narcotráfico y la violencia?

—Lo que te respondí recién. Creo que un gobierno nacional como el kirchnerismo, que no cuidó las fronteras, que no cuidó las rutas, que no hizo con las fuerzas federales una capacitación adecuada para la lucha contra el narcotráfico, que dejó importar precursores químicos como nunca en la historia, tuvo situaciones como la situación de la efedrina, que dejaron en claro que el gobierno no estaba haciendo nada, o, hasta en casos, poner en duda si no era cómplice del narcotráfico, y gobiernos provinciales que por una cuestión ideológica fueron medio permisivos, creyendo que esto era una situación que se solucionaba con ideología y no con seguridad. Y algo muy importante, el factor de un virus que se instaló en la Argentina desde hace años, el virus Zaffaroni, que primero infectó las universidades para luego infectar el Poder Judicial y que lamentablemente fue muy permisivo con la delincuencia. También siento que a partir de 2015 hubo un cambio en esa cuestión ideológica que no la juzgo, ni los culpo, sí que creo que es errada. Pero si creo que a partir de 2015, hubo un cambio y se dimensionó que el tema que a lo mejor había tenido cierta permisividad, se ajustaron las clavijas.

Comentarios

10