“En 2003 yo era concejala y presentamos un proyecto de ordenanza para beneficiar a aquellas empresas que tenían la intención de terminar edificios que habían quedado parados, porque queríamos promover el trabajo y la construcción, pero nueve años después hay que regular esa actividad que hoy está en pleno avance”.
En entrevista con este medio, la intendenta Mónica Fein se remitió a un ejemplo personal para marcar la característica de los tiempos en los que le toca gobernar la ciudad, ya pasados los efectos duros de la crisis de 2001 y con nuevos desafíos por afrontar en un escenario local con un auge inmobiliario que transita paralelo al déficit habitacional, y un mayor nivel de consumo de los habitantes que impacta sobre la prestación de los servicios públicos. Es en función de esto que enfatizó la necesidad de cambios legislativos e institucionales, varios de los cuales generaron ruido en el Concejo aún antes de que asumiera el cargo. Insistió así en la construcción de cocheras subterráneas como remedio parcial a la congestión vehicular del casco céntrico, sobre lo cual están en gatera cuatro iniciativas, y en ampliar los plazos de concesión para el recupero de las inversiones privadas en obras de infraestructura que el Estado local –remarcó– no puede afrontar. También, prometió que al inicio del período de sesiones del Palacio Vasallo remitirá el proyecto de reordenamiento urbano para todo el territorio sobre el que resta actualizar la normativa, con aportes de último momento. Respecto al inicio de su gestión, Fein advirtió que el primer semestre estará marcado por la “prudencia” en el manejo de los recursos públicos, aunque sin descuidar las inversiones sociales, a la espera de ver cómo impacta la crisis internacional en las economías vernáculas. La socialista recalcó que hoy el problema de la vivienda es uno de los que requieren soluciones urgentes, y en ese sentido adelantó que será uno de los ejes de la audiencia que le pidió –y fue aceptada– a la presidenta Cristina Fernández.
—El año pasado hubo un promedio de una toma de terrenos por día en Rosario. La cuestión, claro está, se vincula con la falta de acceso a la vivienda. ¿Cómo se va afrontar esto?
—Bueno, el de la vivienda es el gran déficit que tenemos. Pero es algo que no lo puede resolver sólo un municipio. Hoy tenemos el Plan Zona Cero, donde la provincia está avanzando con 1.500 viviendas. Esta es la idea: avanzar en los terrenos que ya tienen los servicios básicos.
—¿Con qué metodologías?
—Particularmente estamos trabajando también con organizaciones intermedias. Tenemos a la firma un contrato con el Sindicato de Prensa, con los trabajadores dela Semtur, con el gremio de Barrido y Limpieza y con el de docentes (Amsafé) para ceder terrenos y construir. Eso es para sectores medios. Y después queremos ver si en la charla con el gobierno nacional (la audiencia con la presidenta, probablemente en febrero) podemos gestionar recursos para más viviendas. Es un tema que es central.
—¿Con el Servicio Público dela Viviendaqué va a suceder?
—Enviamos al Concejo un mensaje que no tuvieron tiempo de tratarlo. Hoy, por ordenanza, la presidencia del SPV la tiene la intendencia. Nosotros planteamos que haya un presidente y un vicepresidente autónomos para que tenga más flexibilidad para actuar y coordinar conla Nacióny la provincia. Y un directorio donde sí esté algún secretario o subsecretario dela Municipalidad. Porquecuando el intendente tiene la presidencia obliga a que todas las resoluciones pasen por él. El organismo va a tener más fluidez si Raúl Álvarez, quien hoy es director general, pasa a ser su presidente.
—Otro problema, ya de emprendimientos inmobiliarios, es cómo y dónde se construye en la ciudad. ¿Qué pasó con el proyecto de reformulación del Código Urbano para el segundo anillo perimetral y zonas periféricas?
—No se envió al Concejo. Está todavía enla Secretaríade Planeamiento y lo están revisando. Aparecieron aportes importantes antes de mandarlo. Apenas comiencen las sesiones del Palacio Vasallo lo enviaremos, en marzo. Es fundamental que tengamos ya una planificación para toda la ciudad.
—Pero, entre que se plantea la reforma (más estricta en cuanto a alturas), se aprueba, y entra en vigencia, se acelera la compra de lotes para levantar edificios con la anterior normativa…
—Por eso le pediremos a los concejales que lo aprueben en forma urgente, en marzo. Porque efectivamente, si estamos en esta línea intermedia se da una especulación que es normal, pero queremos reducirla y que haya claridad. Queremos generar una ciudad que permita los desarrollos en todos sus puntos. Una realidad interesante de Rosario es la diversidad de sectores que se juntan en su territorio.
—Hoy, la oposición y organizaciones critican con dureza la estrategia de convenios público-privados de urbanización puestos en marcha ¿Qué responde usted?
—Que algún concejal me traiga una ciudad que haya logrado más de 350 millones de pesos invertidos por privados. Y eso lo conseguimos por la transparencia de los mecanismos. Por eso tenemos un banco de tierras compradas por privados y cedidas al municipio, y obras que en otras partes las tuvo que hacer el Estado. Si no los hubiéramos hecho no tendríamos por ejemplola Avenidadela Costa, o el centro de salud detrás del Casino, o la cancha de hockey, todos por convenios con desarrolladores.
—Sí, pero lo que se cuestiona es que estos acuerdos muchas veces son también “a medida” de los emprendedores inmobiliarios…
—Los convenios urbanísticos le permiten al Estado poner condiciones al privado, desde las de construcción hasta las inver siones que les exigimos. Ahora hemos incorporado una Subsecretaría de Economía para estudiar la plusvalía que obtienen los desarrolladores gracias a las obras públicas. La idea es que la devuelvan distribuida por toda la ciudad, en obras que faltan.
—En un esquema parecido se inscriben las cocheras subterráneas. El reciente intento de aprobar la obra propuesta por privados debajo dela Plaza SanMartín no tuvo éxito y fue criticado con inusual dureza por algunos sectores de la oposición ¿Cómo sigue ahora el tema?
—Al inicio de las sesiones del Concejo mandaremos, si llegamos, cuatro nuevas licitaciones de cocheras subterráneas, con distintos objetivos: algunas para acercarse al centro, y otras para estacionar en una zona céntrica pero no en superficie, para que este sea un espacio de movilidad. Pensamos mandar dos de cada tipo.
—En esa última sesión de 2011 del Concejo donde no se aprobó dicho proyecto debajo de Plaza San Martín, lo que generó más críticas fue el intento de darle a Ingeconcer un plazo de concesión más extenso de lo que indica la ordenanza de iniciativa privada. ¿Porqué se planteo esa cuestión?
—La ordenanza de iniciativa privada tiene 10 años. Era de cuando proponíamos que las constructoras no pagaran la inscripción para terminar edificios. Me parece bien que esa normativa se revea en este marco del país. Inversiones de alta magnitud requieren mayor tiempo de recupero. Los momentos de inversión debemos aprovecharlos. No podemos hacer desde los recursos públicos cocheras subterráneas, por el nivel de la inversión. El Concejo tiene 12 proyectos de este tipo, pero no han podido salir por discusiones sobre las formas y los procedimientos.
—El transporte público es otro tema conflictivo, en particular su financiamiento. Luego de la discusión por la delegación de facultades para que el Ejecutivo pueda aumentar el boleto, ¿qué va a pasar con la tarifa?
—No tenemos en enero y febrero la idea de modificar la tarifa. Recién a fines de febrero veremos qué pasa, porque hay paritarias laborales de choferes que muchas veces son retroactivas a enero. Y los subsidios, que no creo quela Naciónlos reduzca porque ya son bastante discriminatorios con el interior del país.
—Otra queja reiterada sobre la calidad del servicio es el de las frecuencias, en particular las nocturnas y los fines de semana…
—Equilibrar el sistema tiene que ver con los recursos, tener uno con baja tarifa y alta frecuencia es un desafío complejo. Queremos que más gente se suba a los colectivos, y es lo que intentamos con la tarjeta sin contacto. Queremos mejorar la frecuencia, pero la fórmula que define el costo del boleto está unida a la cantidad de pasajeros, además del costo de los insumos y otros rubros. Queremos aumentar las frecuencias, sobre todo las nocturnas y en algunos barrios, es uno de los ejes que queremos reforzar, y desalentar el transporte particular.
—Se habló también en la campaña de poner más taxis en la calle…
—La reciente llegada de un barco turístico internacional (mayoritariamente jubilados alemanes de alto poder adquisitivo) nos obliga también a repensar el sistema de movilidad en cuanto a taxis, que es en general lo que utiliza el turista. En marzo seguramente presentaremos al Concejo una propuesta con aumento de las licencias. Fue muy bueno el balance de las últimas 500 que se otorgaron, por varios aditamentos: se dieron como prioridad a choferes, que ya tenían conocimiento del trabajo, y fueron sujetas a 24 horas de actividad, un requisito que no tenían las viejas.
—Otro tema es el de las líneas de colectivos y taxis que no ingresan a ciertas zonas, bajo el argumento de la inseguridad. ¿Cómo se va a manejar esto?
—Lo último que vimos, en la reunión que tuvimos conla Policía, fue la conectividad directa con el911, apartir de la semana pasada, tanto para taxis como para colectivos, sin pasar por intermediarios.
—En todos los estamentos del Estado hay expectativa sobre cómo se desenvolverá este año la economía, hay retiro de subsidios, planes de ajuste provinciales, aumentos tarifarios…
—Es un año de prudencia y de austeridad en la administración pública, hasta ver cómo impacta en la economía la crisis internacional. Todos plantean que si bien la crisis no va a tener el impacto que tiene en otros países, sí el tema del crecimiento va a disminuir. Nosotros vamos a actuar, por lo menos en el primer semestre de 2012, con prudencia en el gasto, por lo menos para poder tener equilibrio en las cuentas jerarquizando lo que consideramos indispensable, que tiene que ver con la inversión social y el plan de obras, sobre todo con el de las redes cloacales con el que nos hemos comprometido, y sobre todo viendo cómo evoluciona la economía. También están las paritarias y se están discutiendo subsidios.