No fue un discurso más el que entregó este miércoles la intendenta Mónica Fein en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Municipal. Claramente, marcó un cambio en relación a los anteriores. Con inusual dureza, la puesta en escena estuvo cargada de críticas, ironías y pases de factura al gobierno nacional. Todo en la propia cara del presidente del Palacio Vasallo (Alejandro Rosselló) y el resto de los ediles del PRO, quienes en varios tramos no pudieron ocultar su fastidio. La mandataria dijo que la discriminación a Rosario aún “persiste” y que Capital Federal es “cada vez más rica y el interior más pobre”. También hizo eje en la «asfixia» que produce la suba de tarifas y cuestionó el creciente endeudamiento. Además, le pegó a la Justicia Federal por la causa Los Monos.
La apertura del discurso fue con un homenaje a los cinco rosarinos fallecidos en el atentado terrorista del 31 de octubre pasado en Nueva York, todos ellos ex compañeros de secundaria en el Instituto Politécnico Superior. A ello le siguió la mención de las Madres de Plaza 25 de Mayo y de ex combatientes de Malvinas, con presencia en el recinto y aplausos de los concejales en todos los casos.
Luego se metió de lleno en temas sociales que por estas horas están acaparando la agenda nacional.
La intendenta definió como “uno de los debates más importantes del siglo XXI” el de la “igualdad de derechos efectiva entre varones y mujeres”, y a continuación marcó la línea socialista en ese aspecto, destacando la creación, “hace 30 años”, del Área de la Mujer en el Municipio. También, el protocolo de interrupción de embarazos no deseados en efectores públicos locales. Rescató en ese sentido la ausencia de muertes por abortos en Rosario, de cara al proyecto que se discutirá a partir de abril en el Congreso Nacional.
Fein concluye su mandato en 2019, año para el cual prometió que todos los rosarinos tendrán agua potable y cloacas. Aunque más concretos fueron otros anuncios, escasos en comparación con el repaso de obras de infraestructura con contenido social que hizo de su gestión.
Entre estas estuvieron dos megaproyectos: el de la transformación del barrio República de la Sexta junto a la ciudad universitaria, y el corredor ribereño para conectar la ciudad con la vecina Granadero Baigorria bordeando el Paraná.
En la columna de las novedades, la intendenta apuntó el envío al Concejo del pliego de licitación para el nuevo sistema de semáforos, otro proyecto para remozar el Código de Faltas y uno más que refuerza la rendición de cuentas y bienes de los funcionarios locales y apunta a una mayor “transparencia” de la gestión.
“Que sepan con cuánto llegamos y con cuánto nos vamos. No hay empresas amigas del poder”, dijo Fein y despertó aplausos. Las palabras fueron un tiro por elevación al Frente para la Victoria (por los casos de corrupción que se investigan de funcionarios del gobierno nacional anterior) y el PRO (con algunos dirigentes que no declararon todo su patrimonio y tienen cuentas offshore).
Justamente, el plato fuerte llegó cuando la mandataria se refirió a la administración de Mauricio Macri.
Primero, destacó la voluntad de diálogo y la diferenció del kirchnerismo. Pero luego reclamó mayor inversión de fondos para la ciudad y mencionó algunas proyectos que quedaron truncos.
“El Metrobus Norte que nos habían prometido se redireccionó a Morón; la inversión nacional en infraestructura se circunscribe a un solo barrio y se impide el financiamiento internacional cuando en la ciudad de Buenos Aires roza los U$S 4.000 millones”, señaló la mandataria.
“Así se está agudizando uno de los mayores problemas estructurales de la Argentina: una ciudad capital cada vez más rica y un interior cada vez más pobre”, agregó de inmediato, despertando un nuevo aplauso.
En ese sentido, adelantó que pedirá a todos los bloques del Concejo el acompañamiento de la ciudad en el reclamo al gobierno nacional para que “permita el acceso a créditos internacionales para las obras de Bajo Saladillo”. Hasta ahora el PRO le negó esa posibilidad.
Fein también se metió en la discusión por fondos que Santa Fe mantiene con la gestión de Cambiemos. Lo hizo al pedir (con ironía) que Nación pague la deuda a la provincia por coparticipación «con la misma rapidez” que se la abonó a los fondos buitre.
Además destacó la llegada de nuevos efectivos federales a la ciudad, pero aclaró con énfasis que deberán actuar en el marco “del cumplimiento estricto de los derechos humanos”.
Llamó la atención también la fuerza con que fustigó a los jueces Federales.
Lo hizo al recordar que la banda Los Monos hasta ahora solo es juzgada por delitos que incumben a la Justicia provincial. Por eso es que pidió que en los Tribunales Federales avancen de una vez las causas que involucran a ese grupo con el narcotráfico.