La intendenta Mónica Fein dejó inaugurado este jueves el 35º período consecutivo desde el regreso de la democracia de las sesiones ordinarias del Concejo. En su último discurso ante el cuerpo legislativo de la ciudad (el 10 de diciembre dejará el poder), la mandataria hizo un balance de sus casi 8 años de gestión. En ese marco, uno de los ejes centrales de su exposición tuvo que ver con las cuestiones de género. En el recinto, Fein confirmó que puso en marcha un decreto que prohíbe el ingreso a la planta municipal y la adquisición de chapas de taxis a personas que hayan sido condenadas o tengan denuncias penales por violencia de género. También buscó diferenciar su gestión del gobierno nacional y el PJ.
La jefa del Palacio de los Leones llegó al recinto acompañada por doce mujeres de diversos ámbitos, a quienes recibió previamente en el Salón Carrasco.
«Sepan que no vinimos a la política a ser testimoniales. No estamos para completar lugares porque los obliga una ley o a ser meras estrategias de marketing. Vinimos a la política a transformarla, a mirar la realidad de un lugar diferente, y no vamos a parar hasta que se nos dé y respete el rol que merecemos», señaló la mandataria ya en el primer tramo de su discurso.
También defendió el paro y movilización que se hará hoy en el marco del Día Internacional de la Mujer. Y se refirió a dos “logros” de su gestión. «Hemos terminado 2018 con la tasa de embarazo adolescente más baja de los últimos 30 años, por debajo de la media nacional e internacional, y en los últimos 7 años no ha muerto una sola mujer por abortos clandestinos en la ciudad”, señaló.
Tras eso anunció que este viernes firmará un convenio con la Corte Suprema de Justicia para replicar los principales puntos de la “ley Micaela” y llevar adelante acciones conjuntas.
Y tras recordar que Rosario tiene una extensa historia en materia de equidad de género (que comenzó en 1988 con la creación de la Dirección General de la Mujer, la Minoridad y la Familia; la conformación del área de diversidad sexual en 2006, y la creación al inicio de su gestión, en 2011, del Instituto Municipal de la Mujer), destacó que en su gran mayoría las listas legislativas para las elecciones de este año “fueron confeccionadas de acuerdo a la ley de paridad de género, pese a que ésta no logró ser sancionada por el Senado provincial”.
Candidatos
En el recinto, frente a Fein, estuvieron presentes varios precandidatos a sucederla, del propio espacio y de la oposición. En el primer caso, la edila Verónica Irízar y su par Pablo Javkin. También, Roberto Sukerman, Juan Monteverde y Roy López Molina.
En ese marco fue que titular del Palacio de los Leones enfatizó además sus críticas a las políticas nacionales, en particular a la primacía de los enfoques financieros por sobre los productivos.
En ese punto, hizo mención, ya en dirección a las administraciones peronistas de la provincia, a la privatización del Banco de Santa Fe.
Otro de los tópicos de la intendenta fue el de la violencia vinculada a las bandas de narcomenudeo, y a las políticas de reinserción social, por contrapartida de las meramente punitivas, de los chicos y adolescentes que quedan atrapados en las redes delictivas. También en ese tema buscó mostrar algo distinto al gobierno nacional.
Ni corrupción ni ajuste
El arranque de la carrera electoral marcó también la impronta del discurso. En particular, la búsqueda de diferenciarse entre los espacios que amenazan con polarizar otra vez los comicios en todas las instancias.
“No hubo una sola mancha de corrupción en nuestra gestión”, resaltó la intendenta con blanco implícito en uno de los contendientes; el kirchnerismo.
“Nosotros no podemos modificar la macroeconomía ni fijar las reglas ante el FMI, pero sepan que mientras gobierne esta ciudad, encontrarán un Estado que apoyará a quienes producen y trabajan y que estará cerca de las personas que la están pasando mal”, disparó luego con la mira en el macrismo.
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La intendenta también presentó ayer mismo tres mensajes para ser tratados en el recinto en breve:
1. La caducidad del convenio urbanístico “Cruce Alberdi”, firmado en el 2006 con la empresa Cargill, a partir de los incumplimientos y las reiteradas notificaciones.
2. Que se determinen los indicadores urbanísticos del asentamiento de Puerto Norte, el cual está compuesto por tierras públicas y privadas. «Queremos terminar con la especulación de unos pocos que intentan lucrar con la necesidad de las familias y darle dignidad a quienes allí viven», señaló Fein. La propuesta incluye que se realicen viviendas para quienes actualmente se encuentran en el lugar y se conforme un nuevo sector de parque.
3. El tratamiento del Nuevo Código de Convivencia, el cual viene a ampliar y complementar al ya vetusto Código de Faltas. «Entendemos que los nuevos tiempos requieren de nuevas miradas, que haga el cuidado del medio ambiente, que incorpore las nuevas tecnologías y aporte perspectiva de género», cerró.