Finalmente, la intendenta electa, Mónica Fein, podrá sumir su mandato con las facultades delegadas para, durante un año, poder aumentar la tarifa del transporte urbano de pasajeros sin necesidad de que ese ajuste pase por el Concejo Municipal. Los tres ediles socialistas que la semana pasada habían dudado en darle su apoyo a la iniciativa esta vez la acompañaron con su voto. La votación terminó así empatada, con lo cual los mal llamados “superpoderes” –limitados en tiempo y condiciones– terminaron viendo la luz gracias al doble voto del reelecto presidente del cuerpo, Miguel Zamarini, que debió recurrir a esa prerrogativa del cargo.
Las más virulentas discusiones en torno al tema, que habían consumido las energías de los ediles la sesión pasada del Concejo, ayer se manifestaron menos incisivas, y pese a que el oficialismo llegó con lo justo a la aprobación, ese desenlace estaba garantizado antes de iniciar las discusiones, por lo que varios concejales de la oposición se mostraron resignados.
Es que pese al revés político del jueves pasado, cuando por desencuentros en el oficialismo la sesión se quedó sin quórum al momento de tratarse la cesión de facultades, ayer la bancada socialista insistió con la iniciativa, luego de que su inclusión en el orden del día quedara garantizada el martes cuando los ediles de la comisión de Servicios Públicos dieron nuevamente despacho favorable al expediente aunque con una modificación.
La novedad que se incorporó, sugerida por el ARI, es que la intendencia podrá retocar la tarifa del transporte cuando opere una variación de por lo menos el 15 por ciento entre los costos del sistema que surgen del estudio oficial y los valores vigentes de la tarifa. “La semana pasada se iba a aprobar con el 10 por ciento de desfasaje y eso habilitaba a Fein a aumentar ya el boleto. Me pareció prudente sumar este elemento para diferir el incremento”, explicó entonces el concejal Oscar Greppi, autor del cambio.
El riesgo que enfrentaba el oficialismo era que se le retaceara el quórum para iniciar la sesión –la amenaza existió–, pero la llave para sortear el escollo la dieron las concejalas Daniela León, del radicalismo, y Laura Weskamp, del PRO, quienes garantizaron su presencia y con ello 13 bancas ocupadas, una más que las necesarias para arrancar con los tratamientos. A ellas se sumaron los nueve ediles socialistas y sus dos aliados permanentes (Greppi y el radical Gonzalo Del Cerro). Los tres concejales giustinianistas (Edgardo Falcón, Orlando Debiasi y Mariana Alonso), finalmente revirtieron su postura de la semana pasada contraria a la delegación de facultades.
Fue el presidente de la bancada socialista, Manuel Sciutto, quien pidió que el tema figurara primero en el orden del día. La discusión comenzó con algunos cruces. El radical Jorge Boasso preguntó, una vez más, cuál era la causa por la que los futuros ediles estaban “incapacitados para abordar el tema”. El mensaje era para Clara García, socialista que preside la comisión de Servicios Públicos, quien atinó a responder que las explicaciones ya se habían dado.
Norma López, del Frente parala Victoria, replicó las argumentaciones oficialistas sosteniendo que la aplicación de una suba tarifaria no sólo tiene un componente técnico, sino “también uno político”. No hubo novedad allí: su bloque no avalaría la iniciativa.
El justicialista Diego Giuliano agregó lo suyo al calificar la iniciativa como una violación a la división de poderes. “No hay crisis ni necesidad de ningún tipo para hacer esto”, remató.
En tanto, María Eugenia Bielsa, quien dejará su banca del bloque encuentro por Rosario para asumir la de diputada provincial, acusó: “Lo que hace Fein es garantizarle la rentabilidad a la única empresa privada que queda en la ciudad”.
Quien pidió la palabra antes de ir a la votación fue el oficialista Aldo Gómez, que tras un reclamo de “no teatralizar” la cuestión abundó sobre los aspectos legales: “Estamos seguros que damos un paso que no traerá consecuencias jurídicas”, dijo. Y explicó que el cambio de10 a15 por ciento en el desfasaje que habilita la potestad “ejecutiva” de aumentar el boleto está asentado en que los costos ya excedieron el 10 por ciento de la tarifa hoy vigente. Sorpresivamente, además, agregó que el último estudio de costos recibido fue menor al anterior, por lo que intentó refutar sospechas estimando difícil que haya un aumento inmediato. “Es un acto de autoridad donde uno cede la facultad temporalmente, que puede ser recobrada”, concluyó.
De este modo, antes de que el Concejo renueve sus integrantes con una distribución menos favorable para el Palacio de los Leones, el saliente intendente Miguel Lifschitz vio coronado el esfuerzo destinado a que su sucesora enfrente una discusión menos con los ediles de la oposición y probables conflictos con la única empresa privada de transporte de pasajeros que queda en pie –Rosario Bus– y con el gremio de los choferes.