La puesta a punto y el crecimiento de las bicisendas sigue generando diversas opiniones.
Con las quejas de taxistas por el “colapso” que según ellos están provocando en el tránsito, más las voces de concejales de la oposición que se muestran críticas porque auguran más accidentes frente a la falta de seguridad al momento de circular, ayer habló del tema la propia intendenta de la ciudad, Mónica Fein, quien dejó en claro que se encuentra firme en su intención de sostener el uso y ampliación de las ciclovías en la ciudad: “Hay que lograr que el automóvil deje de ser el «centro» a la hora de planificar el uso de las calles”, marcó la jefa del Palacio de los Leones.
“Tenemos que compartir el espacio público. En el espacio público nos movemos de diferentes maneras, caminando, en auto, en taxi, en bicicleta, y lo tenemos que poder compartir. Si el auto es el centro vamos a estar en problemas. Yo quiero una ciudad donde el centro sean las personas, donde protejamos al peatón, al ciclista, y por supuesto al transporte público; donde podamos compartir y buscar que haya una variedad y diversidad de movimiento que se exprese en toda la ciudad”, señaló Fein.
La titular del Palacio de los Leones recordó que el objetivo que vienen buscando desde el municipio es lograr una red interconectada de bicisendas para que sean cada vez más las personas que las utilicen a la hora de desplazarse desde un punto al otro en la ciudad.
“Lo que estamos proponiendo, y a eso lo mandamos al Concejo, es que a través de las bicicletas públicas podamos conectar las distintas «islas» donde éstas se encuentran para que personas puedan moverse entre los distintos puntos, para que puedan transitar en forma segura. Eso es lo que estamos haciendo y es la etapa que estamos llevando adelante”, agregó.
La idea de Fein viene generando algunos reparos en el Concejo Municipal, a pesar que la implementación se hace de acuerdo a una ordenanza sancionada, y como muestra hay que recordar que esta semana el concejal Roberto Sukerman pidió que directamente se suspendiera la demarcación de los corredores exclusivos para bicicletas porque “van a traer muchos accidentes nuevos”.
Ahora se sumó la opinión de Fernanda Gigliani quien, más moderada, pidió que las ciclovías “se ajusten a las normativas internacionales para preservar la seguridad de los ciclistas”.
La concejala de Iniciativa Popular está de acuerdo con la ampliación de la red de ciclovías, pero distinguió: “Lo que se está trazando no cumple con cuestiones básicas que preservan la seguridad”.
“De hecho –recordó Gigliani– hace un año presentamos un proyecto, que elaboramos en conjunto con la ONG Rosario En Bici, y que consta de propuestas para incorporar al trazado de las ciclovías de manera que quienes las usen puedan hacerlo con mayor seguridad. Ese proyecto lamentablemente está frenado en la comisión de Obras Públicas”, se quejó.
“Nuestro planteo es ir por algo integral. No se trata de poner un parche, es decir, trazar más ciclovías para estimular el uso de bicicletas y así desestimular el uso de autos. Acá se trata de diseñar una política integral. Esto significa que si hay que discutir la prohibición de estacionamiento en determinadas arterias, entonces discutámoslo, pero discutámoslo en serio”, continuó.
“El año pasado, cuando presentamos el proyecto, integrantes de Rosario en Bici dieron varios ejemplos de las irregularidades que hay en la construcción de las ciclovías, que dio cuenta de todo lo que se puede mejorar. Eso mismo que mostraron en noviembre de 2014, no sólo no se modificó, sino que ahora lo que está mal hecho viene a reforzarse con el nuevo trazado que arrastra los mismos errores y que sigue sin contemplar detalles necesarios que hacen a la seguridad de los ciclistas” explicó Gigliani.
Por último, la concejala se preguntó: “¿Por qué se destina dinero público para hacer algo que está mal hecho? Claramente esto requerirá dobles esfuerzos y doble utilización de fondos, convirtiéndose en un gasto y no en una inversión. De una vez por todas, vayamos por una política integral y discutamos lo que hay que discutir respecto del plan de movilidad que queremos para Rosario”.
Por último, y como factor de presión, desde Atti, una de las entidades de taxistas, se quejaron de las bicisendas argumentando que las calles estaban saturadas, y que circular se tornó en la ciudad, en particular en el sector céntrico “cada vez más complicado”. Para los trabajadores del volante, la generación de nuevos senderos para ciclistas como el que se está demarcando en un sector de calle Rioja “sólo traerá más problemas”, ya que sobre algunas trazas se contraponen el exiguo ancho de calzadas con el gran tamaño de las unidades del transporte público, mucho mayor al de las que circulaban en las décadas del 70 y el 80.
Desde las ONG de ciclistas opinaron lo contrario y sostienen que cada vez hay más bicicletas en las calles, y que la movilidad a pedal contribuyó a “bajar” la cantidad de siniestros viales.