Un hombre de 49 años fue imputado por el femicidio de la enfermera María Cecilia Burgadt, de 42, ocurrido entre el viernes y el sábado pasado en la capital provincial. Los fiscales Andrés Marchi y Marcelo Fontana sindicaron al acusado como autor de homicidio calificado por el vínculo debido a que había sido pareja de la víctima; por enseñamiento; para asegurar los resultados de otro delito, en este caso la estafa, para quedarse con un automóvil y lograr su impunidad; y por ser cometido por un hombre contra una mujer y mediando violencia de género. El juez Sergio Carraro aceptó la imputación de la Fiscalía y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
En la audiencia que comenzó este martes a las 17 se conoció que el viernes pasado al mediodía Cecilia terminó su jornada laboral en el hospital Cullen y el acusado Sebastián Maschio la pasó a buscar en moto. Con el correr de las horas, dos hijas de Cecilia se preocuparon porque no lograban conectarse con su madre.
De las declaraciones recolectadas en una primera instancia se descubrió que Cecilia había comprado un auto modelo Volkswagen Gol de color rojo y que se lo había entregado a Maschio para que lo reparara. Fue en ese marco, que las hijas se presentaron el sábado pasado por la mañana en la vivienda de 4 de Enero al 8900 que alquilaba el acusado y hallaron el auto de su madre estacionado en la puerta de la pensión, que queda detrás de la granja La Esmeralda.
Tras ese descubrimiento, los investigadores detuvieron al hombre, quien tenía las llaves y los papeles del vehículo de Cecilia.
En la imputativa los fiscales describieron que “el femicidio de Cecilia fue cometido entre las 14 del viernes y las 4.20 del sábado pasado en el interior de una vivienda, ubicada en calle 4 de Enero al 8900” y remarcaron que “el imputado actuó en un contexto de violencia de género, de manera intencional y con ensañamiento en perjuicio de la mujer con la que había mantenido una relación de amistad, y luego una relación de pareja no conviviente que ya había finalizado”.
Marchi y Fontana señalaron que los resultados de las medidas arrojaron que Maschio “le aplicó golpes a la mujer y también utilizó una piedra y un palo de madera para agredirla en distintas partes del cuerpo”.
Violencia de género
Con respecto, al contexto de violencia de género desde Fiscalía subrayaron que “se enmarcaron en función de la violencia física y de la violencia económica y patrimonial. En relación a la primera, debido a que el imputado actuó sobre el cuerpo de una mujer, causándole extremo dolor y la muerte. En la violencia económica y patrimonial, al aprovecharse de la relación previa que los unía para perpetrar el engaño y lograr el apoderamiento ilegítimo de un automóvil que había adquirido la mujer”, explicaron.
“Además, la violencia de género se verificó porque la víctima decidió no seguir la relación que mantenía con el imputado, quien no aceptaba la libre decisión de la mujer y le insistía para retomar el vínculo”, fue otro de los argumentos presentados este martes en los Tribunales de Santa Fe.
La estafa
Maschio también fue sindicado por el delito de estafa debido a que los fiscales determinaron que “los hechos fueron producidos para asegurar los resultados económicos y lograr su impunidad en relación al apoderamiento ilegítimo de un automóvil que la víctima había comprado recientemente”.
Tras escuchar a las partes, el magistrado Carraro aceptó la acusación de los fiscales y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley. El juez argumentó decisión en que «quedó acreditada la violencia de género sobre la víctima y los riesgos procesales de la instancia”.
Denuncia
A su vez, los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez iniciaron una investigación para analizar el accionar del personal policial de la comisaría 14ª de la localidad de Rincón en relación a la respuesta que brindaron a las hijas de Burgadt cuando fueron a radicar la denuncia por el paradero de su madre. Las chicas contaron que el viernes fueron a las 19 a hacer la denuncia a la seccional 14ª pero no la se la recibieron con el argumento de que tenían que esperar tres horas más. Al final, las jóvenes lograron radicar el pedido de paradero a las 2 del sábado.