María del Rosario Vera tenía 23 años y todos la conocían como Sico. Era mamá de cuatro pequeños. La tarde del jueves 4 de enero su cuerpo apareció envuelto en frazadas y calcinado casi por completo dentro de un volquete en Felipe Moré y Gaboto. La autopsia arrojó que el agresor causó su muerte por asfixia, pero todavía restan peritajes para determinar si algunas lesiones fueron hechas post mortem.
El forense también tiene que corroborar si sufrió una agresión sexual. El sábado 6 de enero se entregó un policía del Comando Radioeléctrico, quien quedó imputado como autor intelectual del femicidio, y anteayer fue detenido un hombre de 45 años. El último apresado tuvo la audiencia imputativa ayer y quedó acusado de ser el autor material del femicidio. La jueza Mónica Lamperti resolvió para el imputado Néstor Hugo “Huguito” S. la prisión preventiva por 60 días. El fiscal Florentino Malaponte adelantó que pedirá cotejo de ADN con los rastros hallados en el cuerpo de la joven. En la jornada de ayer familiares de la víctima y militantes del Movimiento Evita se presentaron en los Tribunales provinciales para exigir justicia.
Sico ya había luchado contra la violencia de género cuando denunció en reiteradas oportunidades a su anterior pareja, Pitu, padre de sus cuatro hijos. Por un año y medio estuvo en resguardo en instituciones del Estado y había conseguido una casa en Amenábar y Felipe Moré, a una cuadra de donde encontraron su cuerpo. Además, trabajaba en un merendero de barrio Moderno que coordina el Movimiento Evita.
A su actual pareja, Sico lo conocía con el nombre Martín. Sin embargo, resultó ser Andrés Nicolás M., un suboficial del Comando Radioeléctrico de 30 años. A ella le decía que trabajaba en la comisaría 19ª, pero en realidad estaba asignado a esa zona con el Comando. En la audiencia de ayer, el fiscal contó que el propio policía dijo que conoció a Sico cuando llamó al 911 por los golpes de su ex. Aunque el policía negó que tuviera una relación sentimental, las fotos en el muro de una red social de la joven y los mensajes de texto lo desmintieron.
A finales de diciembre pasado, Sico descubrió una oscura trama que tenía como trasfondo a su pareja policía liderando una banda dedicaba al narcomenudeo. A pesar de que su celular no apareció, allegados aportaron mensajes que lograron desentrañar que la joven sabía que Martín tenía pensado hacerle daño. Una mujer contó que Sico le había mandado mensajes con las amenazas que sufría por parte de los soldados de Martín. Por esa época había descubierto que el uniformado había robado droga de un allanamiento y buscaba un lugar para esconder el botín.
A través de los mensajes, los familiares demostraron que para el 27 de diciembre Sico ya temía por su vida. En la jornada de ayer, Malaponte dijo que la muchacha confió a sus allegados que Martín pensaba que ella había mandado a que un auto lo atropellara para quedarse con sus cosas y su plata. Y en ese momento empezaron las amenazas. “Ahora se viene la mafia, te metiste con la banda de la 19. Te metiste con el diablo”, fueron algunos de los mensajes que leyó Malaponte en la imputativa.
“Cuidálos mucho”
El 3 de enero, Sico llevó a sus cuatro hijos hasta la casa de Pitu. Después le mandó un mensaje a su hermana para que le dijera a su ex que si no aparecía para las 20 llamara a la Policía. A Pitu le dijo que iba a visitar a Martín al sanatorio porque había tenido un accidente de tránsito. Pitu se sorprendió de que le dejara los DNI y las tarjetas de Ansés de los chicos. Cuando se despidió le dijo: “Cuidalos mucho”.
El último mensaje de Sico fue: “Ya me dieron el parte de Martín. Estoy yendo a su casa a buscar ropa y plata”. La Fiscalía piensa que este mensaje no lo escribió ella.
En la audiencia, el fiscal agregó el contenido de un llamado al 911 donde un testigo contó lo que pasó el día del crimen y sindicó a Huguito como autor. Lo describió como un transa muy peligroso que vive en Garay y las vías, a una cuadra de la casa de Sico. Que el día del asesinato todos los vecinos escucharon gritos, pero nadie se acercó por miedo. Que Huguito con otros soldados cargaron el cuerpo envuelto en una frazada en una carretilla e intentaron dejarlo arriba de las vías a la espera de que pasara el tren. Malaponte dijo que como se le frustró el plan decidieron llevarlo al volquete de Felipe Moré y Gaboto. Ahí tiraron el cadáver y lo prendieron fuego. Para el fiscal hubo muchos testigos porque fue a plena luz del día en una zona concurrida pero nadie habla por miedo. El olor se empezó a sentir a las 11, un vecino se acercó y pensó que era un animal. Para las 15 no se aguantaba y se asomaron para apagar las llamas. Ahí vieron una mano y una pierna y llamaron a la Policía.
A Huguito lo buscaron en la casa de Garay y las vías. Encontraron dos martillos y una soga que compararán con la que tenía en el cuello Sico. Sin embargo, cayó en un allanamiento por otra causa en una casa de Luzarriaga al 3900. Buscaban a un muchacho acusado de robos, homicidios y asociación ilícita, pero se encontraron con Néstor Hugo S., quien tenía captura por el femicidio de Sico. La jueza Mónica Lamperti resolvió ayer imputar a Néstor S. por homicidio simple y dictarle la prisión preventiva sin plazo.
Malaponte no descartó la detención de otras personas pero señaló que los dos principales implicados están detenidos. “Hubo un autor intelectual y uno material. El policía funcionaba como jefe y tomó esa decisión, la cual fue materializada por este último apresado”, describió el fiscal, quien explicó que una vez que estén todos los resultados pedirá la figura de femicidio.