Oscar Walter Cejas, de 29 años, fue condenado a prisión perpetua como autor del femicidio de Katherine Macarena Quinteros, cometido en 2018. Katherine tenía 18 años, era madre de mellizas de entonces dos años y estaba llena de proyectos cuando el homicida no aceptó su decisión de separarse y cometió la mayor expresión de la violencia de género: femicidio. Ocurrió en la localidad de Rufino donde, tres años antes con el asesinato de Chiara Páez se gestó y nació el Ni Una Menos con una manifestación de miles en todo el país, el movimiento que brega por fin a las muertes de mujeres a manos de hombres.
La sentencia fue impuesta por unanimidad por el tribunal integrado por los jueces Eduardo Bianchini (presidente), Paula Borrello y Benjamín Révori en el marco de un juicio oral y público que finalizó este viernes en los Tribunales de Venado Tuerto, informaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Cejas fue condenado como autor del delito de homicidio agravado por el vínculo y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género.
Femicidio acreditado
“Los magistrados condenaron a Cejas por la misma calificación penal que le atribuimos en la acusación e impusieron el monto de la pena que habíamos solicitado en nuestros alegatos”, valoraron los fiscales.
Conferencia de prensa de los fiscales Paula Borrello y Benjamín Révori.
“Si bien la estrategia defensiva fue intentar plantear circunstancias extraordinarias de atenuación en el accionar de Cejas, el tribunal descartó estos argumentos”, indicaron los fiscales Puyrredón y Vidal.
Los funcionarios del MPA agregaron que “de ninguna manera puede entenderse que presuntas conductas de la víctima podrían atenuar la pena para el condenado”.
En tal sentido, indicaron que “en el debate quedó claramente acreditado el femicidio como tal y la violencia de género preexistente que venía sufriendo Quinteros”.
Femicidio
Puyrredón y Vidal recordaron que “el femicidio de Quinteros fue cometido el miércoles 14 de febrero de 2018 en una vivienda ubicada en calle Carlos Gardel al 1500 de la ciudad de Rufino”. La víctima se había separado de Cejas.
Alrededor de las 23 de ese miércoles, Katherine de tan sólo 18 años estaba junto a su hermano de 8 y sus hijas mellizas de entonces dos cuando Cejas irrumpió en su casa y cometió el ataque femicida con un elemento cortante tipo cuchilla, especificaron los voceros del caso ya que el arma utilizada no fue hallada. Luego escapó a la carrera del lugar. Cati resistió unos minutos y murió en la ambulancia camino al hospital, tenía tres heridas: una en el antebrazo porque se defendió, otra por la espalda cuando quiso escapar y la fatal en el lado izquierdo del tórax.
Ese día se conoció que Cejas corrió 150 metros por la tierra de calle Carlos Gardel, llegó al final de la zona urbana de la ciudad y encaró hacia la Ruta Nacional 7. Uno de los cuatro hermanos de Cati, enterado por el ataque iba en moto hasta la casa y se lo cruzó. Frenó e intentó reducirlo a fierrazos pero el femicida sacó el cuchillo y lo atacó, lo que lo hizo desistir y dejarlo para buscar ayuda.
Los policías lo detuvieron a las 4 de la madrugada del jueves, Cejas había recorrido unos 400 metros por la ruta 7 y había descartado el arma.
Donde nació el Ni una Menos
El femicidio de Chiara Paéz, la adolescente de 14 años asesinada el 9 de mayo de 2015 por su novio Manuel Mansilla en la misma ciudad dio lugar a que el 3 de junio de ese año miles de mujeres de todo el país se manifestaran para decir basta a la violencia machista bajo el movimiento de Ni una Menos. A menos de tres años de esa fecha, Cati fue otra víctima de la violencia de género extrema, ya que el femicida la asesinó porque había decido no volver con él.
En esa oportunidad, sus padres contaron que la ayudaban económicamente para que estuviera en su casa criando a las mellizas, que estaba llena de proyectos, que iba a retomar la secundaria para después estudiar enfermería o peluquería y que Cati había comenzado a reunirse otra vez con amigas y salir a bailar.