La Justicia de Santa Fe solicitó este lunes la pena de prisión perpetua para un hombre de 26 años que está siendo juzgado en Rafaela por el femicidio de su madre, quien murió debido a graves quemaduras en marzo de 2020, en tanto la Defensa pidió la absolución del imputado al considerar que se trató de un accidente, informaron voceros judiciales.
Se trata de Miguel Ángel José Beresvilj, acusado de haber quemado a su madre Romina Ester Leiva, de 39 años, en la vivienda que compartían en la localidad de Bella Italia, situada ocho kilómetros al este de Rafaela.
La fiscal Fabiana Bertero, del Ministerio Público de la Acusación (MPA) les solicitó a los jueces Nicolás Stegmayer, Juan Gabriel Peralta y José Luis Estévez, que se condene a Beresvili a la pena de prisión perpetua por los delitos de «homicidio agravado por el vínculo y por ser el autor un hombre mediando violencia de género, y daño».
En tanto, el defensor Carlos María Flores solicitó su absolución, basando su versión en la hipótesis que Beresvilj no pretendió agredir a su madre, sino que lo ocurrido se debió a un accidente cuando él intentaba quemar el automóvil Renault Clío de la pareja de la mujer, Roberto Mansilla.
La fiscal Bertero consideró que el acusado actuó en un «claro contexto de violencia de género» cuando el 11 de marzo de 2020 derramó combustible sobre el vehículo de Mansilla y, cuando Leiva intentó detenerlo, «el hombre roció con combustible a su madre y le arrojó un fósforo encendido».
«Lo hizo con pleno conocimiento del peligro para la vida de la mujer y con voluntad de conseguir el resultado mortal que finalmente logró», añadió Bertero, quien recordó que «Leiva sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo» que le ocasionaron la muerte el 31 de marzo del mismo año.
El juicio se inició el miércoles pasado con una audiencia donde hubo versiones opuestas de los testigos respecto del acusado (y de su madre), ya que sus familiares directos lo defendieron y aseguraron que tenía una buena relación con la víctima, en tanto la pareja de Leiva dijo haber visto cómo la roció con nafta y la prendió fuego.
Un hermano de Romina, identificado como Claudio, y su hijo Uriel, dijeron ante el tribunal que Miguel Beresvilj «se llevaba bien con todo el mundo» y que solía cuidar a sus medio hermanos, dos pares de mellizos, cuando la madre no podía hacerlo.
También declaró el padre de los niños menores, José Palmero, cuyo testimonio fue solicitado por la defensa debido a que convivió con la víctima por haber sido su pareja cuando el acusado cuando era adolescente.
Ese testigo dijo que la relación de Beresvilj con su madre «era buena» y que nunca vio algo que le llamara la atención por lo negativo.
En tanto, los familiares directos de la víctima y el padre de los cuatro hijos menores de Leiva remarcaron que Beresvilj tenía mala relación con la última pareja de la mujer, Mansilla.
En ese sentido, Claudio y su hijo Uriel opinaron que «no era buena gente» y que no era correcto el trato que les dispensaba a los mellizos, versión que fue avalada por Palmero, quien dijo que con posterioridad a la muerte de Romina sus hijos le contaron que el hombre los había maltratado.
La declaración de Palmero contradijo los dichos de la familia y entre otros detalles aseguró que la hostilidad entre él y Beresvilj tenía origen en que este «no quería que esté con su mamá».
Mansilla dijo que el acusado y su madre «a veces se querían mucho y otras se querían matar», y respecto del hecho en que su pareja resultó quemada declaró que a través de una ventana vio cómo Beresvilj le arrojó nafta en el cuerpo y le acercó un objeto prendido fuego a la altura del pecho.
La Oficina de Gestión Judicial (OGJ) de Rafaela indicó que los jueces darán a conocer la sentencia del juicio en una audiencia a celebrarse el miércoles próximo.