El presidente Alberto Fernández anunció este domingo que «en los próximos días» el gobierno hará una oferta «que se pueda cumplir y sea sostenible» para el pago de la deuda externa en dólares y ratificó que «no va a haber ningún tipo de reestructuración» para el segmento en pesos.
Fernández dijo que «la negociación va bien» y aclaró: «No quiero comprometerme a firmar algo incumplible».
«El coronavirus afecta la renegociación de la deuda, como afecta a toda la economía global. La negociación va bien. En los próximos días haremos la oferta. A mí no me gusta mentir, tampoco me gusta mentirles a los acreedores. Lo que vamos a firmar es algo que podamos cumplir como gobierno y como país», sostuvo en la segunda parte de la entrevista que brindó al canal NetTV.
«No quiero comprometerme a firmar algo incumplible. Vamos a hacer una oferta que pueda sostenerse en el tiempo. Una oferta que sepamos que vamos a poder cumplir, conociendo la situación en que va a quedar Argentina después del coronavirus», insistió.
Fernández advirtió además que «va a ser todo lo exigente que haga falta para que pueda pagarse. Lo que no va a haber es ningún tipo de reestructuración de la deuda en pesos. Vamos a cumplir con la deuda en pesos porque es con gente que confió en la moneda argentina».
Consultado acerca de si esa sustentabilidad requiere una quita mayor que cuando no había coronavirus, respondió, «sí, podríamos decirlo», pero inmediatamente aclaró que «esa mayor exigencia se puede expresar de diferentes modos. Se puede expresar en quitas o se puede expresar en tiempos».
El Presidente apeló a ejemplos de Europa para sostener que el problema es global: «El Banco Central Europeo acaba de abrir líneas de crédito para España, para Italia, para tratar de salvar el conflicto que se generó. La economía está dada vuelta y el mundo está dado vuelta. Los valores que manejábamos no existen más. Nosotros tenemos que ver cómo salir de este problema ordenada y rápidamente».
«En verdad el 31 de marzo era el tiempo porque después de marzo venían vencimientos. Y yo advertía que los vencimientos ulteriores no se iban a poder pagar. Ahora los plazos se van dando dentro de todo como para poder hacer la oferta y empezar la discusión. Tengo confianza en que vamos a poder llevar adelante bien la discusión y a hacer lo que a la Argentina más le convenga», alertó.
En cuanto a la inflación, consideró que «no debería ser el problema en el tiempo que viene. Si la Organización Mundial de Comercio dice que esa actividad puede caer hasta un 38%, la verdad es que se va a caer todo el consumo. Si es así, la lógica sería que la inflación se frene o caiga. Habría que esperar más desinflación que inflación».
Pero agregó que «después del coronavirus habrá que barajar y dar de vuelta, es otra historia. Lo que la Argentina va a necesitar va a ser algo más parecido a un Plan Marshall que a un plan de contención de la inflación. Vamos a tener que hacer lo que yo decía en la campaña: encender la economía, porque yo soy consciente de que ahora está apagada».
«Está apagada del peor modo: mandamos a su casa a los consumidores. Lo que vamos a necesitar es una economía que se encienda, que vuelva a funcionar. Ahí, el rol del Estado será muy importante», abundó en la entrevista, publicada también por Perfil.
Fernández amplió que «la inflación actual es lo que algunos economistas llaman ‘inflación autoconstruida’, de expectativas, las peores expectativas, las de la especulación. Implica decir «aprovechemos ahora que es el momento porque no sé qué va a pasar mañana. Vendamos el alcohol en gel a precios siderales porque lo van a necesitar mucho. Multipliquemos por dos o por tres su precio». Ahí el Estado debe plantarse y ponerse firme. No es una inflación con lógica económica, es absolutamente especulativa».
Oportunidad de formular otra sociedad
En cuanto al funcionamiento de un Consejo Económico y Social para pacto social dijo que «si algo bueno nos puede dejar el coronavirus es la oportunidad de formular otra sociedad. El coronavirus nos muestra la desigualdad» y es «la oportunidad que tenemos porque vamos a partir de un lugar muy bajo, todos vamos a quedar igualados muy abajo».
El mandatario destacó que «hay que hacer un nuevo pacto federal sobre cómo desarrollar a la Argentina» y el Consejo Económico y Social «puede ser el gran lugar donde todo esto se debata, donde hagamos los acuerdos reconstitutivos».
También negó que esté contra los empresarios: «Tuve una disputa con una empresa que echó gente y en muchos diarios titularon «Alberto Fernández contra los empresarios» ¿Yo contra los empresarios? Estoy harto de ver empresarios que ponen plata para salvar a sus comunidades».
«El espanto nos ha unido y nos hace dar cuenta de lo poco que valemos. Todo vale nada. Nadie que viva en una sociedad se salva solo», enfatizó, y rescató que «emergió la ética» en las actuales circunstancias.
También destacó que ante el nuevo escenario «en el futuro el peronismo será el partido de los trabajadores y de los teletrabajadores».
Pero en ese punto dijo que «el peronismo debería revisar su condición» y «tranquilamente podría calificarse como socialdemócrata».
«Muerto el comunismo, el capitalismo no tiene discusión. Lo que estamos discutiendo es cómo debe ser el capitalismo. Lo que estamos discutiendo (…) Lo que llegó a su fin es lo que llamo el capitalismo especulativo y financiero. Se demostró efímero es, lo fácil que puede terminar por la aparición de un virus microscópico que mata consumidores», dijo.
Afirmó que «los medios de comunicación son muy importantes en la construcción de una realidad y menos importantes en la construcción de conceptos o de ideas políticas» y «tienen ideología política». Al tiempo, fustigó a los trolls y las fake news porque «hacen daño porque justamente operan sobre la culpabilidad o la inocencia de la gente. Dicen: «Juan Pérez es tal cosa». Inventan una noticia falsa y la gente cree eso».
Sobre la Ley de Medios consideró que «sentí que fue hecha sobre un medio y tenía un propósito imposible de lograr» porque «la gente piensa por encima de los medios».
«Los medios tienen ideología y tienen intereses, el problema no es que los tengan, sino que los oculten. En Estados Unidos llega la época electoral y dicen «avisamos que este diario tiene tal tendencia o está dispuesto a apoyar a tal candidato». Uno los lee sabiendo donde está parado el que escribe. Me parece que éticamente es lo que corresponde. El ocultamiento de eso y mostrarse como independientes es una deslealtad, una falta de ética muy grande».
Fernández reconoció que debe aumentar la inversión del Estado contra el Covid-19. Dijo al respecto que 1% del PBI era «para un mes, con lo cual habrá que pensar que repetir eso por lo menos se va a llevar dos puntos del PBI».
Sobre la grieta política, dijo que «mi discurso antigrieta no es de ocasión, no es un discurso de campaña» y por ello instó a que «ahora paremos, démonos cuenta de que estamos en un riesgo común. Hagamos esa epopeya de construir algo valioso para todos».
«Tenemos que construir una política de más racionalidad y menos emociones. Y construir liderazgos más racionales que caudillescos y personalistas», dijo, y sostuvo que «no tengo ningún interés en que exista el albertismo y voy a hacer todo lo posible para que haya un peronismo fuerte, democrático, consolidado, que compita y gane elecciones».
Asimismo, volvió a reivindicar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y dijo que «yo la escucho mucho, no tengo ningún empacho en decirlo. Gobernó ocho años, tiene una experiencia que yo no. La escucho, no necesariamente estamos siempre de acuerdo».
También se pronunció por «una sensata» oposición y destacó que «trabajo y dialogo con muchos opositores aunque los voy a enfrentar en algún momento. Así es la democracia».
«El gasto de salud de infinito»
Fernández señaló que «el mayor problema que tiene la economía es cómo administrarse frente a la salud porque la búsqueda de la eternidad es ínsita al hombre. El hombre quiere no morir. Quiere vivir el mayor tiempo posible (…) El gran desafío es poder ir cubriendo el gasto en salud. El gasto de salud es infinito. El ser humano busca la eternidad y esa búsqueda es muy costosa».
Además resaltó que la pandemia va a cambiar las formas de trabajo: «Vamos a tener grandes empresas logísticas que envuelven paquetes y los distribuyen. La gente va a hacer una vida más sedentaria, en su casa. No sé si finalmente si la educación a distancia se terminará imponiendo, pero sí digo que hoy se está probando y ciertos trabajos se pueden hacer desde las casas».
Fernández aclaró que «hay una zona de libertad donde el Estado no se puede mover. La Constitución la manifiesta expresamente: las acciones privadas de los hombres, que de ningún modo ofendan los derechos de terceros, quedan exentas de la autoridad de los magistrados y solo es sometida al juicio de Dios. Hay otro artículo que dice que ‘nadie está obligado hacer lo que la ley no prohíbe’. Son las bases del derecho liberal que defiendo. Liberal, no neoliberal».
«Pero el sistema penal argentino también castiga al que distribuye una epidemia. El que contagia maliciosamente o irresponsablemente a otro», enfatizó.