El presidente Alberto Fernández celebró este lunes la aplicación del primer millón de vacunas contra el coronavirus en la provincia de Buenos Aires, y tras ponderar el trabajo realizado para conseguir dosis que son «escasas», sostuvo que la vacuna debiera ser considerada «como un bien global al que todos deben poder acceder».
«Nos preocupa que la vacuna sea gratuita, que todos tengan acceso. No concebimos la vacuna como parte del comercio, la consideramos como un bien global al que todo el mundo debe poder acceder», sostuvo Fernández al encabezar este lunes un acto que se realizó en la Universidad Nacional de Lanús, donde funciona uno de los 617 vacunatorios provinciales en los que se superó el primer millón de vacunas aplicadas.
Al referirse a la campaña de inmunización, el mandatario criticó a los dirigentes opositores que hablan de «improvisación» y recordó que el gobierno nacional comenzó a trabajar para conseguir vacunas durante el año pasado.
«Leía un comentario sobre la improvisación. Lo que menos hay es improvisación; hay un enorme esfuerzo. Hicimos acuerdos con todos los que quisieron hacer acuerdos con nosotros y que nos pedían cosas razonables», dijo Fernández en referencia a los laboratorios que fabrican las vacunas Sputnik V, Sinopharm y AstraZeneca.
El presidente -que estuvo acompañado en el estrado por el gobernador Axel Kicillof y por los ministros del Interior y de Salud, Eduardo de Pedro y Carla Vizzotti, respectivamente- dijo que, con las vacunas contratadas, se aspiraba a vacunar a los grupos prioritarios antes de finales de marzo pero sostuvo que esa meta «se va a extender un mes».
En ese sentido, destacó que, si se cumplen las estimaciones, se habrá «podido cumplir el objetivo de vacunar a las personas que más riesgo tienen antes de que abril termine».
En ese grupo incluyó especialmente a los «adultos mayores que son los más expuestos» y señaló que si bien la «primera dosis da una respuesta de inmunidad importante, de más o menos del 80%», la protección no es automática sino que tarda varios días, por lo que solicitó a la población seguir con los cuidados.
Asimismo, explicó que con la primera de las dosis no estará «garantizado» que la persona «no se contagie», pero va reducir la posibilidad de internación.
Por ello, celebró la «alegría» de quienes son vacunados, no sólo en la provincia de Buenos Aires sino en todo el país y que «ganan una tranquilidad que no tenían».
El mandatario también agradeció «a todo el personal de salud» que tiene en esta etapa «la misma entrega que tuvo cuando la pandemia arreció, en algún momento, exponiéndose a ellos mismos» y señaló que los contagios en ese grupo cayeron gracias a la vacunación.
Previamente al discurso de Fernández, hizo uso de la palabra Kicillof, quien también pidió hacer público el debate por la gratuidad de las vacunas y consideró «deplorable» la idea de una «privatización» de los instrumentos de inmunización.
En ese sentido, dijo que, si en la Argentina las vacunas fueran vendidas por vías privadas, «no se puede saber cuánto saldrían, pero sí que habría excluidos».
Kicillof dedicó un párrafo de la intervención a explicar cuáles son los objetivos en la provincia: de los 17 millones de habitantes, hay 5 millones de esenciales y, de ellos, hay 2,5 millones de mayores de 60 años.
«Cuando eso pase, no habremos detenido la propagación del virus. Puede haber contagios, pero le habremos ganado el primer tiempo a la enfermedad», dijo.
Finalmente, destacó que, si bien cada vacuna tiene un costo de entre 20 y 35 dólares, es mucho lo que ahorra el sistema si la persona tuviera que ser internada.
Hoy (por este lunes) llega al país el octavo vuelo de Aerolíneas Argentinas proveniente de Rusia con un cargamento de 500.000 dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus.
Con este embarque, Argentina llegará a las 4.880.540 dosis, en tanto que según el Monitor Público de Vacunación, el registro online del Ministerio de Salud que muestra en tiempo real la evolución del operativo de inmunización en todo el territorio nacional, hasta hasta la mañana de este lunes ya eran 3.142.444 las vacunas aplicadas: 2.535.054 personas recibieron la primera dosis y 607.390, ambas.
Desde diciembre pasado, Aerolíneas Argentinas se encuentra realizando operaciones de vuelo especiales con el objetivo de traer vacunas al país.
La compañía de bandera inició sus vuelos a Moscú a fines de diciembre último, y en los dos primeros traslados llegaron al país 600 mil dosis de Sputnik V, mientras que en el tercero fueron 220 mil; en el cuarto, 400 mil; en el quinto, 517 mil, en el sexto, 732 mil vacunas, y el séptimo trajo 330 mil dosis.
En total, entre los siete vuelos completados hasta ahora hacia y desde la capital de la Federación Rusa se trajeron 2.799.000 dosis de Sputnik V.
Además, se realizó un vuelo a Beijing, en la República Popular China, desde donde vinieron 908.000 dosis de la vacuna producida por Sinopharm, por lo que, hasta el momento, la cantidad de vacunas que llegaron al país en vuelos de Aerolíneas Argentinas es de 3.707.000.