El presidente Alberto Fernández afirmó que «los actos terroristas no sólo constituyen una amenaza a la paz sino que son una amenaza a la dignidad humana”, al hablar este martes en una cumbre de líderes de G20 sobre Afganistán.
Fernández participó, de manera virtual desde la Residencia de Olivos, de la Reunión Extraordinaria de Líderes del G20 sobre Afganistán, convocada por el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, con el objetivo de fortalecer la coordinación internacional para dar respuesta a las necesidades humanitarias de su población y el respeto de los derechos humanos.
“Reiteramos el llamamiento a todos los actores políticos en Afganistán a respetar plenamente los derechos humanos adoptando medidas urgentes para proteger a aquellas personas en riesgo inminente, en particular a mujeres, niñas y niños, prestando atención a la situación de refugiados y desplazados internos, personas LGBTIQ(mas) y otros grupos en situación de vulnerabilidad”, dijo el jefe de Estado durante su intervención en la cumbre.
En su mensaje, Fernández valoró la iniciativa propuesta por la presidencia italiana del G20 para lograr un “esfuerzo adicional de coordinación internacional en apoyo a las acciones que lleva a cabo las Naciones Unidas” y puntualizó que “la grave situación humanitaria en Afganistán, que nos interpela como miembros de una comunidad de naciones, requiere abordajes solidarios, flexibles y creativos”.
En sintonía, puso en el foco el rol que puede tener el G20 “promoviendo la ayuda humanitaria, cooperando con organizaciones internacionales con presencia en el territorio según sus intereses y necesidades, explorando formas de contribuir al mantenimiento de los servicios sociales esenciales y discutiendo formas de movilizar recursos que preserven a la economía afgana de una crisis económica y financiera que agrave la situación humanitaria”.
Además del primer ministro de Italia participaron de la actividad los presidentes de Estado Unidos, Joe Biden; de Turquía, Recep Tayyip ErdoÄŸan; de Francia, Emmanuel Macron; de España, Pedro Sánchez; y de Indonesia, Joko Widodo; la canciller de Alemania, Angela Merkel; los primeros ministros de Australia, Scott Morrison; Canadá, Justin Trudeau; y de India, Narendra Modi.
También participaron el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; y el titular del Banco Mundial, David Malpass.
En otro tramo de su intervención, el Presidente aseguró que «la Argentina condena todas las acciones que pongan en peligro la seguridad, la integridad física y psíquica de las mujeres, las adolescentes y las niñas y los niños en Afganistán, y expresa su preocupación por todo retroceso de los avances alcanzados hacia el logro de la igualdad de género en ese país”.
En paralelo, enfatizó que la Argentina, “fiel a su tradición de hospitalidad y respeto por los derechos humanos y por el derecho internacional, está trabajando con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados” en el diseño de un nuevo programa de admisión para personas cuyos derechos humanos fundamentales son amenazados en cualquier parte del mundo.
“Los actos terroristas no sólo constituyen una amenaza a la paz y seguridad internacionales, sino que son una amenaza a la dignidad humana, a la convivencia pacífica y civilizada, a la estabilidad política y a la consolidación de la democracia y el desarrollo económico y social de las naciones”, concluyó.
La cumbre tiene como objetivo construir un consenso internacional y facilitar un enfoque coordinado y cooperativo entre las organizaciones multilaterales, actores globales y regionales para abordar la crisis en Afganistán, en particular la situación humanitaria, la seguridad, la migración y el respeto de los derechos humanos.