En su primer viaje internacional tras su victoria en las urnas, el presidente electo, Alberto Fernández, arribó este sábado a la ciudad de México con el objetivo de reunirse con el mandatario local, Andrés Manuel López Obrador, y mantener encuentros con empresarios, dirigentes locales, entre otros actividades que marcarán lo que será la política exterior de su Gobierno.
El dirigente peronista viajó en el vuelo AM029 de Aeroméxico, que partió a las 00.15 del Aeropuerto Internacional de Ezeiza «Ministro Pistarini» y arribó a las 6.45 a la terminal «Benito Juárez» de la Ciudad de México.
En la visita, Fernández comenzará a delinear su diplomacia, en momentos de tensión con Brasil y de posibilidad de acercamiento a Estados Unidos, tras el llamado telefónico que recibió el pasado viernes de parte del mandatario norteamericano Donald Trump.
Se espera que la reunión con López Obrador tenga lugar el lunes: será un encuentro privado y sin protocolo, ya que Fernández aún no tomó posesión del cargo.
En la agenda de Fernández también figuran reuniones con el jefe de Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y con el poderoso empresario Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo.
Su paso por México incluye, además, una conferencia magistral el martes a las 18.00 en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el marco del Programa Universitario de Estudios sobre Democracias, Justicia y Sociedad de la UNAM.
Al avión subió el diputado nacional Felipe Solá, quien acompañó al ex jefe de Gabinete en cada uno de sus viajes al extranjero, por lo que crecen las chances de que sea designado canciller del próximo Gobierno. Este viernes, Solá evitó confirmar haber sido designado en el cargo, pero dijo que sería «un desafío fuerte si ocurre».
En declaraciones a Radio Continental, el diputado expresó: «Me estoy acostumbrando de a poco a la idea de ser el canciller».
En la comitiva también estaba Santiago Cafiero, que asoma como probable jefe de Gabinete; el exfuncionario bonaerense y dirigente del Grupo Callao, Miguel «Mike» Cuberos, otro habitual acompañante del presidente electo en los viajes al exterior; y el político e intelectual progresista chileno Marco Enríquez Ominami.
Tras el arribo, Fernández fue recibido por el embajador de la Argentina en México, Ezequiel Sabor.
La elección de México como primer destino internacional obedece a la decisión geopolítica de Fernández de privilegiar el vínculo con los países de la región latinoamericana, sin descuidar las relaciones internacionales con otros estados: asimismo, la coincidencia en la visión de la crisis de Venezuela también es otro de los factores que influyó a la hora de elegir al país azteca.
López Obrador fue uno de los primeros presidentes que felicitó por teléfono a Fernández el domingo pasado cuando se confirmó el triunfo electoral: en dicha conversación telefónica acordaron la visita.