El presidente Alberto Fernández se reunió este martes en Madrid con el jefe del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, quien respaldó de forma explícita sus planes para renegociar la deuda con el FMI, un gesto que confirma la sintonía política que acompañará la relación bilateral.
España se sumó así a Alemania e Italia, países que ya expresaron su apoyo a la estrategia del gobierno frente al FMI durante la gira europea que el Presidente inició el viernes último y que espera poder cerrar con éxito en Francia, donde mañana se reunirá con el presidente Emmanuel Macron.
Fernández hizo una visita fugaz pero necesaria a España, que tuvo un fuerte contenido político, al incluir una audiencia con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, y el anuncio de que el dirigente radical Ricardo Alfonsín será el nuevo embajador de la Argentina en Madrid, sucediendo así en el cargo al peronista Ramón Puerta.
El Presidente aterrizó en Madrid con buena parte del camino allanado por el respaldo obtenido en Berlín en la víspera durante una cena que compartió con la canciller alemana, Ángela Merkel.
A partir de gestiones previas se daba por hecho que España iba a acompañar la estrategia de negociación de Argentina ante el FMI, que pasa fundamentalmente por conseguir un aplazamiento de los vencimientos -capital e intereses- sin aceptar imposiciones por el parte del organismo.
Para Fernández era importante que Sánchez lo recibiera en el Palacio de La Moncloa ya como presidente de la Argentina y verbalizara -lo hizo a través de un comunicado- que España iba a estar junto al gobierno argentino ante la compleja crisis de deuda que atraviesa el país.
«Hoy volví a encontrarme con el presidente del Gobierno de España, un gran amigo al que aprecio mucho. Siempre es grato oírlo y ver que compartimos visiones del mundo. Me ofreció su sincero apoyo para que la Argentina pueda salir adelante y ponerse de pie», escribió Fernández en su cuenta de Twitter tras abandonar La Moncloa para dirigirse a su audiencia con el rey Felipe VI.
Fernández y Sánchez mantuvieron un encuentro a solas durante cincuenta minutos en los que pudieron repasar la relación bilateral, la situación económica del país y la crisis política y social que atraviesan varios países de América Latina, entre otras cuestiones de interés común del ámbito internacional.
Luego ambos mandatarios almorzaron y conversaron en una mesa ampliada que incluyó al diputado y ex embajador de Argentina en el Vaticano Eduardo Valdés y al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello.
«Tenemos que crecer para poder pagar» fue el mensaje que Fernández defendió ante Sánchez, al igual que hizo con anteriores interlocutores políticos durante su gira europea, según fuentes de la delegación.
Sánchez, quien desde enero preside un gobierno de coalición español entre su Partido Socialista (PSOE) y la fuerza de izquierda Unidas Podemos (UP), comparte esta visión, ya que entiende que a un país como Argentina no se le pueden imponer medidas que puedan lastrar el crecimiento y profundizar su crisis económica y social.
Por eso, su gobierno explicó su respaldo en un comunicado en el que afirmó que «Sánchez ha trasladado al nuevo mandatario argentino la solidaridad del Gobierno español para superar la difícil situación económica y social que vive Argentina, así como el respaldo en el proceso de renegociación de la deuda».
Durante el encuentro, Sánchez y Fernández «han acordado dar un importante impulso a las relaciones bilaterales, ahora de la mano de dos gobiernos progresistas», dijo también el Ejecutivo español.
Ambos mandatarios habían tenido oportunidad de dialogar cara a cara hace cinco meses durante una visita que Fernández hizo en septiembre a España tras su triunfo en las elecciones primarias frente a Mauricio Macri, al que después se impuso en las urnas en los comicios de octubre.
Aquella charla preparó el terreno para que hoy Sánchez y Fernández pudieran mostrarse como aliados que comparten preocupaciones comunes, «como la emergencia climática, la lucha por la igualdad real entre hombres y mujeres, la adaptación al entorno digital, la apuesta por el multilateralismo y la defensa de la justicia social», tal como indicó el comunicado de La Moncloa.
Pero no solo el gobierno de Sánchez, sino también el rey sigue de muy de cerca el desarrollo de la crisis económica y financiera que atraviesa la Argentina, al ser España el primer inversor europeo en el país y el segundo a nivel mundial, después de Estados Unidos.
Es por eso que Fernández fue recibido por Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela en una audiencia de la que también participó la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, y el subsecretario de Asuntos Iberoamericanos, Rafael Garranzo.
«Tuvimos una muy buena reunión con el rey Felipe VI, en la que conversamos sobre diversos temas que nos preocupan», escribió el jefe de Estado en Twitter poco antes de abandonar España y manifestó: «Le agradezco el gesto de recibirme y el sincero apoyo que España brinda a la Argentina. Espero que podamos profundizar este fructífero diálogo».
Durante las pocas hora que Fernández pisó suelo español también tuvo tiempo de reencontrarse con viejos amigos como el uruguayo Enrique Iglesias, ex presidente del BID y ex secretario Iberoamericano, a quien recibió en la Residencia del Embajador en Madrid, y a su compatriota Francisco Bustillo, embajador de Uruguay en España, a quien visitó en su casa del barrio La Florida junto a la primera dama, Fabiola Yáñez.