El presidente Alberto Fernández viajará el martes a Israel, en su primera incursión al exterior desde que asumió el 10 de diciembre, para participar en Jerusalén del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo. Durante su estadía en Israel entre el 21 y 25 de enero, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quedará a cargo del Ejecutivo.
Fernández partirá en un vuelo de línea, para comenzar su agenda en Israel el miércoles, cuando por la noche asista a la cena que se ofrecerá a los mandatarios llegados de todo el mundo para participar del Foro con al posibilidad de concretar reuniones bilaterales.
El jueves, el jefe de Estado participará de una ceremonia que se realizará en el Museo Yad Vashem, el Museo del Holocausto de Jerusalén, junto a otros líderes internacionales, entre los que se cuentan el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el de Rusia, Vladimir Putin, entre más de 40 mandatarios y miembros de la realeza.
La comitiva que acompañará al Presidente estará integrada por la primera dama, Fabiola Yañez; el canciller Felipe Solá, el designado embajador en ese país, Sergio Urribarri, y el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi.
Los acompañarán el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el diputado Eduardo Valdés, según información suministrada por Cancillería.
El encuentro en Jerusalén se perfila como la primera oportunidad para que el mandatario argentino mantenga reuniones bilaterales con líderes mundiales, pero esa agenda no está confirmada aún.
Además de Putin y Macron, participarán del Foro el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, la mayor parte de los líderes de Europa, el príncipe de Gales y el presidente israelí, Reuven Rivlin.
El viernes, cuando concluya el foro -este año convocado bajo el lema «Recordando el Holocausto y luchando contra el antisemitismo»- Fernández partirá rumbo a la Argentina, para llegar a Buenos Aires el sábado.
La última semana, cuando se conoció la decisión del mandatario de asistir a los homenajes, el director del Departamento de América Latina en la Cancillería de Israel, Modi Ephraim, había considerado que su presencia «es una muestra del compromiso del gobierno argentino en la lucha contra el antisemitismo» y destacó «la importancia que tiene la relación con la colectividad judía argentina, la más grande y la más importante en América Latina», según declaraciones a la agencia de noticias AJN.
Pero el viaje a Israel no será la única presencia oficial cuando se conmemoran los 75 años de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz.
Según la información oficial, la Argentina estará presente en la recordación de ese aniversario que se realizará en Oeswiecim (Polonia) el 27 de este mes, con una delegación encabezada la embajadora en ese país, Ana María Ramírez.
Desde la Cancillería recordaron que la Argentina es el único miembro pleno de América latina de la organización internacional «International Holocaust Remembrance Alliance» (IHRA), de la que forma parte desde 2002, bajo la presidencia de Eduardo Duhalde.
En ese marco, el actual embajador en Bélgica, Pablo Grinspun, asistirá a la reunión convocada por el ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, en su carácter de presidente de la IHRA, que se celebra en Bruselas.
Se trata de una reunión de trabajo que culminará con la adopción de un documento de mucha significación para la continuidad de los esfuerzos realizados desde 2000 y la reafirmación de los países miembros de continuar la lucha contra el antisemitismo, según la información previa al evento.
Mientras tanto, en la Argentina -siguiendo lo establecido en 2005 por las Naciones Unidas que instituyó el 27 de enero como «Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto»- esa fecha también tendrá su acto recordatorio.
La ceremonia estará a cargo del «Capítulo Local de la IHRA», conformado por los ministerios de Justicia y Derechos Humanos, de Educación y de Relaciones Exteriores y Culto, junto a instituciones de la sociedad civil.
Esa conmemoración fue declarada «de interés nacional» por el Poder Ejecutivo en 2010, cuando Cristina Fernández de Kirchner ejercía la Presidencia.